Blogia
mipedacitodecuba

Un homenaje sencillo y sensible como Quirino

Un homenaje sencillo y sensible como Quirino

Hace apenas una semana participé en lo que pudiera calificarse como el mejor homenaje a Quirino Hernández Hernández, periodista caibarienense cuyo centenario se cumplió en este 2012.

Del programa inicial concebido por el Licenciado Juan Francisco de la Paz y otros trabajadores del sector de la cultura en Caibarién para conmemorar el aniversario, pudieron desarrollarse de forma institucional algunas actividades, otras quedaron en el olvido o no alcanzaron el nivel organizativo que merecía el fundador de las dos más relevantes revistas de la Villa Blanca a lo largo de toda su historia periodística.

Sin embargo, esta, del 23 de noviembre, una especie de tertulia organizada de conjunto por la sectorial de Cultura en Caibarién y la Iglesia Católica, volvió a demostrar que no hacen falta recursos sino empeño y constancia para animar el centro histórico de la ciudad, habitualmente demasiado tranquilo salvo que acontezcan festejos populares o alguna fecha especial.

El inicialmente nombrado Café Literario, luego Café Aroma por cuestiones técnicas, ofreció su mobiliario y servicios para que en un ambiente sobrio y respetuoso, el hijo Lázaro y el nieto Ernesto, recordaran a Quirino Hernández Hernández como constante investigador, amigo de grandes escritores cubanos,  estudioso autodidacta y amoroso progrenitor.

Por su parte, de entre los presentes, periodistas que le conocieron o cuya obra se ha encaminado a seguir de algún modo aquel ejemplo fundacional, contaron sus motivaciones; mientras una pequeña agrupación de jóvenes soneros hacía los intermedios en la charla.

El padre José Manuel, cura de la iglesia parroquial, honró con su presencia el homenaje donde también pudieron apreciarse documentos y fotos del fundador de Archipiélago y Rumbos Nuevos.

Durante poco más de una hora se fueron sumando caibarienenses curiosos que permanecieron junto a los inicialmente invitados para marcharnos a casa con el saldo de haber aprendido sobre la riquísima historia local en un homenaje sencillo y sensible como fuera el propio Quirino Hernández.

0 comentarios