José Martí en la Historia de Caibarién
Por: Máximo Luz
La relación entre la vida y obra de José Martí con la historia local de Caibarién es un tema que desde hace algún tiempo estoy por investigar, existen algunos apuntes y trabajos de otros investigadores que de una forma u otra tratan esta problemática, pero no es sistemática y aparecen de manera general algunos aspectos muy dispersos y en otros casos casi olvidados.
Es por ello que en estas líneas pretendo acercarme a esta problemática con el objetivo de reconstruir este importante aspecto de la historia de Caibarién.
Es cierto que la grandeza de la obra del más universal de los cubanos lo acerca a cada uno de los rincones de la isla, pero en la historia de la localidad existen algunas figuras que sostuvieron importantes contactos con José Martí, de forma tal que lo acercan a nuestra patria chica.
Para referirme a este aspecto voy a comenzar por recordar la figura de Enrique Belisario Someillán, un hijo de Caibarién que sostuvo varios contactos en Estados Unidos con José Martí y contribuyó con la organización de la guerra de 1895.
Someillán, nació en Caibarién el 3 de abril de 1856 y desde pequeño demostró sus ideas independentistas, y así lo expresó al producirse el levantamiento de Las Villas, el 7 de febrero de 1869 en Manicaragua.
En aquel momento Someillán, solo tenía 13 años y a pocos días de estar la Región Central incorporada a la guerra, este adolescente se manifestó públicamente, a favor de las aspiraciones del pueblo de Cuba de ser libre, y en respaldo al Ejercito Libertador.
Estas manifestaciones provocaron que fuera perseguido y detenido por las autoridades españolas, se vio obligado a emigrar a los Estado Unidos.
Desde su llegada a ese país se vinculó a los cubanos que desde allá apoyaban la Guerra de Independencia.
En 1891 regresó a La Habana en misión religiosa, permaneció vigilado por las autoridades españolas hasta 1894 en que regresa a los Estados Unidos.
En sus Obras Completas, José Martí reconoce los contactos que sostuvo con Enrique Belisario Someillán, a quien por su facilidad de expresión Martí le asignó la misión de buscar apoyo logístico para la nueva contienda de 1895.
Esta tarea fue cumplida por el caibarienense que logró crear en su vivienda una cocina económica que por mucho tiempo brindó ayuda a aquellos cubanos emigrados que llegaban a ese país sin dinero y sin trabajo. Además acopió medicamentos, víveres y armamento, para la guerra necesaria.
Enrique Belisario Someillán, falleció en La Habana el 14 de marzo de 1928 y en reconocimiento a toda la labor revolucionaria y méritos alcanzados como patriota, el ayuntamiento del Caibarién colocó el 10 de octubre de 1928, una tarja de bronce en el frente de su casa natal, ubicada en la Avenida 9 entre las calles 12 Y 14 en Caibarién, exactamente en el lugar donde hasta hace poco radicó la Facultad Obrero Campesina, José Martí y hoy está el policlínico Leandro Figueroa.
Para continuar indagando sobre los vinculo de José Martí con hechos y figuras de la historia de Caibarién, quiero recordar la relación que existió entre José Martí y el polaco Carlos Roloff, todos estamos claros que su origen es polaco, pero su incorporación al Ejercito Libertador, fue desde Caibarién.
Carlos Roloff, llegó a Caibarién enviado por la casa Bishop, con sede en Nueva York, para trabajar como tenedor de libros en sus almacenes en esta ciudad, ya para esa época Roloff tenía la experiencia de haber participado en la Guerra de Secesión antiesclavista (1861 a 1865), donde alcanzó el grado de Oficial de Artillería.
En Caibarién conoció a los revolucionarios cubanos que se encontraban conspirando contra el gobierno español. Rápidamente se vinculó a la sociedad criolla. Y el 6 de febrero de 1869, partió desde de Caibarién con el objetivo de incorporarse al Ejercito Libertador, recordemos que el 7 de febrero, ocurre el levantamiento de Las Villas en Manicaragua., en el cual el participa.
Por su experiencia militar fue nombrado desde el primer momento mayor general del Ejército Libertador.
Numerosos fueron los combates en que participó Roloff en la llamada guerra grande. Entre los más significativos se encuentran los de Santo Domingo, Las Cuevas y Nuevas Jobosí.
Al firmarse el pacto del Zanjón, las fuerzas y tropas villareñas se encontraban más fuertes que nunca, habían batido en sucesivos combates a las mejores unidades del ejército español en el territorio.
Carlos Roloff fue uno de los pocos jefes villareños que no aceptó el pacto del Zanjón.
El propio Serafín Sánchez recuerda en su diario de operaciones "… Roloff fue intransigente y no lo aceptó, enviando mensajes sucesivos a la provincia de Oriente para saber si todavía se combatía pero sin obtener respuesta, trató entonces de reunir las tropas en un solo frente para continuar la lucha, pero todo fue inútil …”
En el exilio junto a Calixto García fundó el Comité Revolucionario Cubano, ocupó el cargo de tesorero y secretario de esa organización. Trató de embarcar hacia Cuba para participar en la Guerra Chiquita, pero todos los intentos fracasaron y la guerra duró poco.
Participa junto a José Martí en los preparativos de la guerra del 95 y al constituirse el Partido Revolucionario Cubano, Roloff ocupó la presidencia del Partido en Tampa, siendo el primero en firmar "El comunicado de apoyo de los Generales del sesenta y ocho ", a los lineamientos del Partido recién fundado por José Martí.
No cabe duda de que la confianza que llegó a tener José Martí en Roloff fue grande y lo reflejó cuando dijo de él: “el vehemente y fiel polaco, el cubano indomable y fidelísimo que trajo a la guerra de la libertad, la guerra de un país donde él no había nacido, su juventud y su fortuna".
Correspondió a Roloff traer a Cuba la primera expedición organizada por el Partido Revolucionario Cubano en 1895 que desembarcó por Tunas de Zaza.
Carlos Roloff, cumpliendo instrucciones, en 1896 partió de Cuba con destino a Estados Unidos y trajo semanas después a las costas de Oriente, otra valiosa expedición. En Estados Unidos estuvo preso acusado de organizar expediciones y al quedar libre organiza una nueva expedición que arribó al puerto de Banes y que entregó al General Calixto García.
Terminada la guerra en 1898, no fue de los que se plegaron a los yanquis, negándose a entregar el gobierno interventor las listas del Ejército Libertador.
Más tarde fue Tesorero General de la República, responsabilidad eminentemente técnica, que desempeñó con honestidad en el manejo de la divisa y otros valores monetarios del país.
Entre los objetos que se atesoran en el Museo Municipal “Maria Escobar Laredo” de Caibarién, esta el sable de este valeroso mambí.
Otro de los vínculos de la historia local con la vida y obra de José Martí fue la creación y funcionamiento de los Clubes Revolucionarios, orientación dada por Martí desde el Partido Revolucionario Cubano.
Estas organizaciones contribuyeron con los aseguramientos de las tropas mambisas en la manigua y con la información de inteligencia y en Caibarién se destacaron las figuras de la Coronela Maria Escobar Laredo y el maestro Abelardo Figueroa.
No podemos olvidar que desde el 7 de marzo 1926 Caibarién atesora uno de los más hermosos monumentos dedicados a la figura de José Martí que se ha convertido para los vecinos de la Villa Blanca en sitio de homenaje permanente al maestro.
Este conjunto monumental construido en mármol de Carrara por escultor italiano Ettore Salvatore, tiene una altura de 6. 20 metros y 4.04 metros de ancho por 4. 85 metros de profundidad, es en forma de pirámide escalonada de base cuadrada, en la parte superior se encuentra situada una estatua de mujer símbolo de libertad, encima una segunda pirámide de aristas curvas sobre el cual descansa el pedestal que sostiene la estatua del José Martí.
De ahí que si bien José Martí nunca visitó esta pequeña ciudad de la costa norte del centro cubano, pueda afirmar como una colega que Martí estuvo en Caibarién.
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