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Longina, la musa de Manuel Corona

Longina, la musa de Manuel Corona

Longina vivió hasta los años setenta del siglo veinte, su vejez transcurrió en un hogar de ancianos de La Habana, y una vez fallecida, los caibarienenses se empeñaron en que descansara junto al músico que la inmortalizó: Manuel Corona. El promotor de tal idea fue el investigador de la cultura Manuel Barreiro Consuegra, quien realizó todas las indagaciones y concibió la ceremonia.

Cuando en 1968 se le dio definitiva sepultura a los restos  de Manuel Corona, uno de los más grandes trovadores tradicionales de Cuba, nacido en Caibarién, al centro norte del país; una muchacha llamada Longina llevó sobre las piernas el pequeño osario desde la sede de la Academia de Música hasta el cementerio caibarienense. Se recordaba así a la musa del mismo nombre que le inspiró su más conocida canción, y a quien le compuso también una segunda , llamada La Rosa Negra.
Pero, ¿quién fue la mujer que inspiró aquella frase de: “en el lenguaje misterioso de tus ojos…”? Pues ni novia, ni amor mal correspondido, ni hermana; sino una negra hermosísima a la que conoció en una de sus habituales tertulias trovadorescas en casa de María Teresa Vera (otra trovadora cubana) y a quien le compuso, por encargo, la hermosa canción.

La propia María Teresa Vera contó que una tarde de domingo llegó Longina O´Farril, acompañando al Comandante del Ejército Libertador Armando André (periodista y político antimachadista que murió asesinado) y éste le pidió que le compusiera una canción a la hermosa. Corona preguntó su nombre y a la semana siguiente ya existía otra de las grandes composiciones de la trova tradicional cubana, era el 15 de octubre de 1918.

Manuel Corona RaimundoPasó el tiempo y unos años después, Corona encontró a Longina en una calle, la saludó con afecto y ella, con indiferencia, respondió fríamente. Cuentan que entonces le compuso la segunda titulada La Rosa Negra: “te he vuelto a ver Longina seductora…”

Sin embargo, Longina no fue una mujer frívola o engreída, quizás no dio suficiente importancia a lo que ocurría con su nombre y aquella canción. Se le reconoce como alguien importante en la formación de Julio Antonio Mella, luchador comunista cubano, de quien fuera niñera.

De Longina  aprendió Julio Antonio Mella el español, pues su madre, irlandesa, vino a Cuba con la salud muy delicada. La joven negra  acompañaba  a Julio Antonio y su hermano, a paseos por las calles de La Habana, los llevaba con frecuencia a la orilla del mar y les cantaba canciones de la época. También les formó el gusto por las comidas cubanas y cuentan que tuvo parte en formar su espíritu recio ante las dificultades; por su relación con cubanos que intervinieron en las guerras de independencia o se oponían al orden de cosas en la república neocolonial cubana de los primeros años del siglo XX, debe haberle hablado de esas ideas y de los héroes cubanos. Aún no era famosa entonces por la canción.

Longina vivió hasta los años setenta del siglo veinte, su vejez transcurrió en un hogar de ancianos de La Habana, y una vez fallecida, los caibarienenses se empeñaron en que descansara junto al músico que la inmortalizó: Manuel Corona. El promotor de tal idea fue el investigador de la cultura Manuel Barreiro Consuegra, quien realizó todas las indagaciones y concibió la ceremonia.

El proceso  para depositar definitivamente los restos de Longina O´Farril en el mismo panteón de Corona, comenzó el 24 de diciembre de 1988, cuando se exhumaron sus restos en el cementerio de Colón en La Habana, y se trasladaron a Caibarién. Al día siguiente, 25 de diciembre, velaron sus restos en la Academia de Música, donde mismo se velaron veinte años antes los de Corona, trovadores conocidos de todo el país ofrecieron cincuenta y dos serenatas a personalidades locales, trabajadores destacados, educadores de amplia trayectoria, en fin, a los más relevantes caibarienenses. El coro municipal nombrado Villa Blanca y la Banda Municipal de Conciertos también entonaron  obras musicales de Manuel Corona, y por supuesto, su antológica Longina.

El 26 de diciembre de 1988, fecha más importante de la Semana de la Cultura en Caibarién, se dio definitiva sepultura a los restos de Longina junto a los de su bardo, en una ceremonia de pueblo, donde guitarras y trovadores de todo el país les  rindieron tributo.

Longina, musa de CoronaComo iniciativa de la sección de Música  en Villa Clara de la Asociación “Hermanos Saiz”, AHS, organización  que agrupa a todos los artistas jóvenes de Cuba, desde la década del noventa del siglo XX se comenzó a realizar un encuentro de trovadores jóvenes nombrado Longina, siempre en los primeros días del mes de enero para hacerlo coincidir con cada aniversario de la muerte del trovador Manuel Corona Raimundo, ocurrida el 9 de enero de 1950.

Al evento Longina  acuden trovadores de todo el país, tiene como sede principal a Santa Clara, municipio capital de la provincia de Villa Clara, donde se ofrecen conversatorios y conciertos en diferentes plazas culturales y en los numerosos centros de enseñanza superior que existen allí; la subsede es Caibarién, como lugar donde descansan los restos  del conocido trovador y su musa, las  actividades  fundamentales son una peregrinación al cementerio local donde participan los trovadores asistentes al evento y el pueblo caibarienense, y un concierto con los invitados .

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Inaugurada expo de fotografía de la naturaleza en Caibarién

Inaugurada expo de fotografía de la naturaleza en Caibarién

Realidades latentes, exposición de fotografía de Lázaro Ricardo Abreut Santos, fue inaugurada este sábado en la Galería de Arte Leopoldo Romañach de Caibarién.

Con la macrofotografía como modo de hacer y la naturaleza como tema, el fotógrafo Abreut Santos, asombra al descubrir la belleza del minúsculo mundo de la naturaleza con sus colores y detalles.

Expo Realidades Latentes, CaibariénLa exposición permanecerá desde el 31 de mayo hasta el 21 de junio en la institución cultural de Caibarién y tendrá, entre otras motivaciones, la celebración del Día Munidal del Medio Ambiente, el 5 de junio.

Una especie de tributo al planeta

Aves, insectos, brotes tiernos: la naturaleza apenas apreciada, se nos ofrece como solaz para la mirada, cual si nos retara a descubrir lo minúsculo pero trascendente en cuanto nos rodea. Realidades Latentes, decidió llamar esta exposición el fotógrafo Lázaro Ricardo Abreut Santos, en atención al palpitar de todo ser vivo en estas imágenes.

“Yo la voy a hacer para que todo el mundo vea de lo que nadie se percata”, decidió cuando en contacto con la flora y fauna de la zona de Río Seibabo, en el municipio villaclareño de Manicaragua, participó una de tantas veces en el Evento de Ramón; por supuesto, la macrofotografía, también denominada como fotografía del acercamiento o la aproximación, sería la técnica ideal para expresarse.

FotógrafoL Lázaro Abreut, CaibariénAbreut Santos consigue sortear el principal reto en la macrofotografía: una buena composición, y logra el ángulo adecuado, resalta las formas y los colores, con una excelente iluminación, que combinados artísticamente de acuerdo a la pericia del fotógrafo, convierten a un sujeto ordinario en  un objetivo expresivo y de gran calidad.

Por otra parte, Realidades Latentes mantiene una coherencia motivacional hacia lo aparentemente intrascendente del mundo circundante vista ya en Callejeando, su primera exposición personal de fotografía, donde lo cotidiano sorprende con su belleza solo descubierta por el ojo especializado.

Con 11 exposiciones personales y más de 50 colectivas, más de una decena de premios y menciones y 6 publicaciones, el aval artístico del fotógrafo viene creciendo paso a paso según consolida su técnica a base de estudio, observación y talento.

Fotógrafo: Lázaro Abreut, CaibariénDesde este 31 de mayo hasta el 21 de junio, permanecerá Realidades Latentes en la Galería de Arte “Leopoldo Romañach” de Caibarién, de modo que cuando el 5 de junio celebremos el Día Mundial del Medio Ambiente, sea esta una especie de tributo al planeta, su diversidad y riqueza.

Manuel Corona Raimundo, el trovador

Dicen que le pidió a su madre que le permitiera comprarse una guitarra con el primer dinero que ganó como tabaquero, cuando era apenas un adolescente; cuentan que en cuanto pudo, fue a Santiago de Cuba, para beber de la fuente natal de la trova, allí conoció a Pepe Sánchez y se apropió de los conocimientos necesarios para componer de acuerdo a aquella forma que sentía era la suya.

Manuel Corona Raimundo nació en Caibarién, ciudad de pescadores y comerciantes ubicada en la costa norte del centro de Cuba, el 17 de junio de 1887, y vivió allí sus primeros años, luego se trasladó a La Habana, capital de Cuba, y se consagró como uno de los grandes de la Trova Tradicional Cubana, junto a Pepe Sánchez, Sindo Garay, Alberto Villalón y Rosendo Ruiz.

Alberto Villalín, Manuel Corona, Sindo Garay y Rosendo Ruiz, considerados los Cuatro Grandes de la Trova Tradicional Cubana

En sus años iniciales como músico, fue guitarrista y compositor en una agrupación sonera de los barrios de La Habana y participó en la fundación de uno de los primeros sextetos habaneros de son, factores que le permitieron adquirir conocimientos imprescindibles en su obra musical.

Entre 1900 y 1920, Corona realizó su producción más destacada por la cantidad, calidad y variedad de géneros musicales, de esa época datan: Mercedes, Aurora, Animada, Contrapunto, Mi pecho y mi alma, y las que lo hicieran más famoso: Longina y Santa Cecilia.

Corona fue, de los grandes de la Trova Tradicional Cubana, el que más composiciones logró grabar en discos fonográficos. También cultivó otros géneros musicales representativos de la identidad cubana como la guaracha y su variante la guaracha-son, habaneras, criollas, y hasta  compuso algunos tangos y blues.

Odilio Urfé, musicólogo cubano, evaluó la trascendencia de Manuel Corona, con esta frase: “No resulta difícil proclamar a Corona como el autor  que reafirmó los perfiles modernos de la guaracha cuando entre 1915 y 1920 escribió, dictó y grabó para el fonógrafo sus antológicas: El Servicio obligatorio; La Choricera; Acelera, Ñico, acelera.

Las tres guarachas escritas en compás de 2/4 (todavía hasta ese momento se escribía mayoritariamente en 6/8) inspiraron sus correspondientes danzones.

Una peculiaridad muy destacada de la obra de Manuel Corona, es la cantidad de canciones que le inspiraron las mujeres, también se especializó en las” contestaciones”, una modalidad que consiste en hacer obras musicales que respondan a otras de diferentes compositores; en el caso de Corona, se contestó, incluso, a sí mismo.

La vida bohemia no le proporcionó riquezas, ni siquiera en vida disfrutó de la fama que alcanzaron sus composiciones. Murió el 9 de enero de 1950, de hambre y frío, en la más extrema pobreza; en la trastienda del bar Jaruquito, en Marianao, La Habana.

Manuel CoronaDada su pobreza, los conductores de ómnibus de la ruta 32, de la capital cubana,  hicieron una colecta para velar sus restos en la funeraria San José, luego la Sociedad de trovadores lo trasladó para su sede, y el 10 de enero de 1950, en horas de la tarde, fue su entierro; la despedida de duelo estuvo a cargo del notable músico Gonzalo Roig.

Sus restos permanecieron en el cementerio habanero hasta que en 1968, se trasladaron al cementerio de Caibarién a instancias de un grupo de sus coterráneos encabezados por Armando Rosado, conocido como Machina, importante promotor de la cultura local.

El 14 de septiembre de 1968, sus restos se velaron de nuevo en la capital, el  día 15 recibieron honores del pueblo y trovadores de todo el país en la Academia de Música de Caibarién, donde se cantaron durante toda la noche piezas antológicas de la trova tradicional.

En la mañana del 16, sus restos se trasladaron al cementerio en un desfile donde continuaron las canciones y las ofrendas florales. En un pequeño osario, sobre el regazo de una hermosa joven escogida por su nombre, Longina, como el de la canción que lo inmortalizó, llegó Manuel Corona a la bóveda más antigua del cementerio de Caibarién, donde aún descansan hoy y reciben numerosas ofrendas de amantes de la música y admiradores de su obra.

Manuel Corona Raimundo, trovador nacido en Caibarién

En Caibarién se le recuerda también a través de un Festival de la Canción que lleva su nombre, surgido en los años noventa y que se efectúa cada dos años, donde se premia la composición y la interpretación. Además, la institución fundamental de la Cultura en el territorio, La Casa de Cultura, donde se forman aficionados en las diferentes manifestaciones del arte y se fomenta el gusto por ellas, se nombra “Manuel Corona”.

 

Ramiro de Armas, el intelectual desconocido

Ramiro de Armas, el intelectual desconocido

Investigar sobre cualquier figura de la cultura cubana implica grandes retos, tanto si es muy conocida como si de su trayectoria se ha divulgado poco; el segundo caso sucede con Ramón Arenas Hernández, quien con el seudónimo de Ramiro de Armas, fundó varias publicaciones que trascendieron los límites locales de su Caibarién natal para extender su alcance hasta Latinoamérica, entiéndase con ello no solo la circulación en diversos países del área, sino el enfoque de los artículos allí publicados.

Por otra parte, su activismo cultural lo llevó a ser actor y director de teatro, poeta y promotor fundador de la Casa de los Poetas donde encontraron cobijo en sus inicios quienes luego serían grandes figuras de las letras cubanas.

La información preliminar apunta hacia un hombre que por los años treinta y cuarenta del siglo veinte se relacionó con figuras como Severo Bernal, Luis Carbonell, El Indio Naborí, Raúl Ferrer, Dora Alonso o Gabriela Mistral. De ahí que el objetivo de este trabajo es investigar los aportes a la cultura local y nacional del promotor cultural, poeta y periodista de Caibarién, Ramón Arenas Hernández, conocido como Ramiro de Armas, seudónimo con que firmó la mayoría de sus trabajos.

Breve biografía

Ramón Arenas Hernández nació en Remedios el 27 de agosto de 1904, pero fue inscrito en Caibarién donde residió desde sus primeros días. Desde edades tempranas desempeñó los más diversos oficios, fue mensajero, dependiente de bodega, cartero, pesador de azúcar y maestro de academia para adultos, entre otros.

En esos años mostraba inquietudes literarias y artísticas, de 1928 al 30 actuó en compañías de teatro como la Piñeiro-Arredondo y luego fundó la suya junto a Paco Zaragoza.

A partir de 1937 tiene una labor periodística muy activa, en ese propio año fue delegado a la Primera Convención de Periodistas del Interior efectuada en Santa Clara, del 39 al 43 es jefe de redacción de Radio Información en Radio Salas, lo que alterna con labores de locución y programas de carácter literario.

En 1941 es delegado al Primer Congreso Nacional de Periodistas de la Asociación de Reporters de La Habana y en 1943, delegado a la Asamblea Nacional de Periodistas del Interior, en La Habana. En 1942 se gradúa como locutor.

Desde 1943 hasta 1948 es jefe de redacción de Tierra Libre y Labor, publicaciones agrarias al servicio de la Asociación de Colonos de Cuba. Por ese tiempo también funda las revistas Rumbos Nuevos y Archipiélago a las que por sus proyecciones y alcance dedica mayor espacio esta investigación. El 10 de agosto de 1944 se titula como periodista colegiado, número 854, de la escuela Manuel Márquez Sterling.

Entre 1949 y 1954 es secretario personal del Ministro de Salubridad. En 1955 hace sustituciones como corrector y otros empleos en El Mundo, El Diario de La Marina e Información.
De 1959 al 61 fue delegado a la Asamblea Nacional de Periodistas por el Colegio Provincial de La Habana. Entre 1961 y 1973 labora en Caibarién en diversas especialidades de imprenta y se mantiene vinculado a la cultura como declamador invitado a tertulias en Remedios y Caibarién.

Falleció en 1986, a los 82 años de edad.

Portada revista Archipiélago, CaibariénRamiro de Armas, periodista

A los 21 años de edad, como pesador del Central Reforma, fundó su primer periódico, nombrado La Oscuridad, en referencia al horario en que lo hacía, escrito a mano en las madrugadas, tenía entre dos y cuatro páginas y se hacía en el papel de los partes diarios del laboratorio. Rivalizaba con La Política reformista del remediano Roberto Santorja que circulaba en el turno de las seis a las doce de la noche.

Fue fundador en 1925 de la Asociación de Prensa de Caibarién y su presidente en varias etapas.
Llama la atención la cantidad y variedad de publicaciones periódicas en que colaboró, desde revistas especializadas como Tierra Libre, de agricultura, o El mecánico dental, de Odontología.

La publicación que marcó el antecedente más valioso de Rumbos Nuevos y Archipiélago fue Cúspide, revista editada por José Cabrera Díaz en el Central Merceditas, en La Habana, donde Ramiro de Armas se empleó como redactor y de la cual mantuvo relaciones importantes con escritores que luego le colaboraron.

Colaboró también con otra importante revista llamada Villa Blanca, fundada por los hermanos Ernesto y Claudio Crespo Frutos en La Habana, de la cual fue redactor por seis años.
Entre los años 1925 al 48 colaboró, además de las publicaciones mencionadas, en más de una docena. En ellas usó enorme cantidad de seudónimos como Kaín, Raymond, El Puyón, Juan Pescao, Cáscara; y a partir de El Meridiano en 1929 comenzó a firmar Ramiro de Armas.

Rumbos Nuevos

Esta revista se publicó de diciembre de 1935 a octubre de 1937, era el órgano oficial de la Sociedad Juventud Indoamericanista, de tendencia izquierdista, con sede en Quito, Ecuador. Su director era el también caibarienense Quirino Hernández, pero Ramiro de Armas era la principal figura intelectual del consejo de redacción.

Promovía en sus páginas la unidad entre los países del centro y sur americano, la defensa consciente de sus valores culturales y naturales, la protección de sus economías y recursos y el conocimiento de la historia de nuestras naciones, así como las relaciones pacíficas y sólidas entre los países. Su lema era: “Por la Patria grande que soñó Bolívar: Hispanoamérica”.

Rumbos Nuevos se aparta intencionalmente de la presa localista y banal de aquellos tiempos para plantear temas de mayor relevancia y variedad, y hacer circular sus ejemplares en toda Hispanoamérica, a la cual iba dirigido su contenido.

Especialmente redactadas por Ramiro de Armas se destacan las secciones Arte y Literatura y Cartas a un hispanoamericanista, en la primera enjuicia la obra de un poeta destacado del área, en el primer número se dedica a Rubén Darío y sucesivamente emite opiniones sobre Amado Nervo, José Santos Chocano, Gabriela Mistral, Agustín Acosta y Juana de Ibarbourou, entre otros.

Por su parte, la sección Cartas a un hispanoamericanista responde a cartas de lectores, distribuidas de forma tal que en cada edición se refieran a  un país, en esos artículos resalta los valores del país en cuestión, el estado calamitoso de nuestras economías y la explotación por los Estados Unidos de nuestras riquezas.

Si hay en tu suelo una constitución que le da al “yanqui” las prerrogativas de “intervenir en cualquier punto de esa, para establecer la paz y el orden público cuando fuere turbado”, en la nuestra también existe aquesta, por causas distintas, pero el mismo fin. (Arenas, 1935)

Portada revista Archipiélago, CaibariénArchipiélago

Esta publicación que se editó de 1943 a 1947 en Caibarién, tuvo dos antecedentes periodísticos importantes en los que se perfiló la formación y las aspiraciones del periodista Ramiro de Armas: Rumbos Nuevos (Caibarién, 1935-1937) y Cúspide (La Habana, 1937-1939).

Archipiélago rebasó los marcos locales al expresar inquietudes intelectuales, artísticas y culturales, e incluso políticas, y recogió las primeras publicaciones de figuras como Raúl Ferrer, Onelio Jorge Cardoso, Dora Alonso, Mario Rodríguez Alemán y Gabriela Mistral, entre otros.

Sus números siempre aclaraban que era una revista especializada en cultura de perfil amplio, con tirada mensual, no más de ocho páginas en papel gaceta corriente, dos colores, a un espacio interlineal. La portada estaba a cargo de Clotildo Rodríguez Mesa, director artístico de la revista, y tenía siempre su logotipo (una esfera del mundo por la cara del continente americano donde se leía la divisa “Voz de tierra adentro para el continente”).

Quirino Hernández fue el director de Archipiélago, como había sido antes de Rumbos Nuevos, pero la responsabilidad intelectual de los trabajos recaía en Ramiro de Armas.


Tenía secciones fijas tituladas: A través del Continente, Antena en el Continente, Galería de poetas, Gente de Archipiélago, Libros y Autores, Valores de Caibarién, Nuestra portada y Nuestros artistas.

Su máxima tirada fue de mil ejemplares, pero el promedio era quinientos, no exigió el pago de la suscripción, su distribución fue gratuita entre colaboradores y amigos y se enviaban ejemplares a las bibliotecas e instituciones culturales de Hispanoamérica.

Ramiro de Armas, poeta

…recuerdo que era muy alegre, siempre animaba aquellos encuentros de La Casa de los Poetas en el Cerro, él era el que se paraba allí delante para empezar con una cosa muy graciosa que ya casi no recuerdo como de “ajo con col, caracol con col con ajo”. Él y yo teníamos largas conversaciones sobre la poesía, siempre me estimulaba mucho, me reconocía mi forma novedosa de hacer la décima. Para mí fue un honor que me publicara en su revista un poeta y periodista como él, me abrió los caminos a mí que era un desconocido, y eso se lo agradezco mucho… (Naborí, 2004)


Por estas palabras del Indio Naborí se reconoce el prestigio que tuvo entre los poetas, su papel activo como promotor de la poesía, sobre todo en La Casa de los Poetas, en La Habana, y cómo utilizó las revistas que fundara para publicar las primeras obras de quienes luego se consagraron como figuras de la Literatura Cubana.

Ramiro de Armas publicó en 1937 Cromos en Arte Menor (Ensayos Negros), de 40 páginas, edición Rumbos Nuevos, con ilustraciones de Mario Cordovés; en 1938 Cartones de zafra, también de 40 páginas, por la misma editorial, situada en Caibarién,  y el propio ilustrador; en 1941 publica Yo canto a La Habana con igual editorial e ilustrador. Ejemplares de todas estas obras pueden encontrarse en la Biblioteca Pública “Antonio Arias García” de Caibarién.

Inéditas quedaron Señora farándula (novela sobre teatro), el poemario en verso y prosa Amistad y el libro de versos Alma. Según el investigador Juan Francisco de la Paz, su obra inédita es la más valiosa desde el punto de vista estilístico. También escribió letras para canciones como el vals Silencio y los tangos La última risa y Destino en colaboración con el músico Alfredo Sánchez y el tango Amor guajiro con música de Caco Benítez; mientras que puso letra y música en Caibarién y Canción de otoño.


También publicó poesía en periódicos de la época y obtuvo premios en concursos convocados por asociaciones de periodistas en diversos lugares de Cuba.

Ensayos Negros

Fue su primer libro, publicado en 1937 con 15 poemas, donde se trata el tema del negro puesto de moda en los años treinta, pero que muy pocos lograron hacer como Guillén. Su resultado es decoroso aún cuando en ocasiones da un tratamiento estereotipado al tema. A ese libro pertenece el poema mencionado por Naborí titulado Caracol con col…

Cartones de la zafra

Publicado en 1938 contiene 14 poemas de tema social. Presenta el drama de la zafra para el campesino, el carretero, el cortador, con la explotación de su trabajo y la miseria del tiempo muerto. Se basa en su experiencia personal como trabajador en un central azucarero cuando era muy joven (1922 al 26).


La patria y el imperialismo son términos que se reiteran en varios de los poemas y expresan un sentimiento no militante del autor.

Yo canto a La Habana

Publicado en 1941 este libro está dedicado a la memoria de José Cabrera Díaz, plasma en él “el dolor de La Habana que sufre”.


Contiene una promoción, cinco cantos y una especie de exordio o cierre. Entre todos hay unidad temática y estilística, continúa en lo formal el uso del lenguaje de grupos sociales y la reiteración de palabras en busca de ritmo y musicalidad, y en su contenido la preocupación por el sufrimiento de los pobres.

Breve valoración de la poesía

En el contenido de su poesía en general hay una preocupación por los temas sociales, aunque puede afirmarse que parte de un tratamiento ingenuo, sin afiliación política ni conocimientos profundos de las verdaderas causas de los problemas que plantea. Desde el punto de vista estilístico, se mantiene al tanto e incursiona decorosamente en las corrientes literarias de su tiempo, sin que podamos afirmar que fue un gran poeta, sí puede considerarse como un excepcional promotor de la poesía por su labor en la Casa de los Poetas.

Para cerrar esta valoración tomamos las palabras de una figura de la cultura nacional como Luis Carbonell, quien declamó sus poemas y de Juan Francisco de la Paz, investigador.

Yo lo conocí a través de Severo Bernal, un magnífico declamador de Santa Clara […] me sumergí en la poesía de nuestro poeta y me gustó mucho, (lo) considero un gran poeta, muy refinado, buen poeta. Yo no soy crítico literario, yo nada más que recito, pro puedo decir que la poesía es muy sólida, muy bien estructurada, sobre todo de un gran vuelo literario. (Carbonell, 2004)

…fue un poeta decoroso, fue un declamador simpático, con talento, y todo eso él lo unió para desarrollar su obra de promotor de la cultura, para entrar en el mundo de los artistas y comprenderlos; y de ahí deduzco yo, como una especie de hipótesis, el ascendiente que tenía él en figuras y e movimientos culturales y de pensamiento de la capital […] porque era capaz de capitalizar esos ambientes artísticos, esas personalidades que lo veían a él como un centro difusor porque en buena medida él terminaba siendo un centro difusor; pero era, empezaba siendo, un artista. (de la Paz, 2004)

Ramiro de Armas (extremo derecho)Algunas consideraciones finales

Consideramos que tanto su periodismo como la poesía estuvieron a la altura necesaria como para ser tenidos en cuenta; sin embargo, su mayor legado fue la actividad promocional, la fundación, el aliento, el poder de descubrir lo que trascendía a su tiempo y la modestia de potenciarlo sin querer darse más espacio a sí mismo del que mereciera.

Su periodismo tiene el mérito de haberse asociado a tres proyectos del interior del país con relevancia nacional y profesar en ellos pensamiento y proyección dirigidos a la integración latinoamericana, plataforma que incluía el pensamiento, la historia, la cultura y la creación literaria. Cúspide, Rumbos Nuevos y Archipiélago responden a una “política cultural”: la promoción de intelectuales y escritores de tierra adentro, ajenos a las élites citadinas.

A pesar de su relevante trayectoria, no es reconocido ni siquiera en el plano local, salvo aislados intentos emprendidos por la Biblioteca Pública de Caibarién en el centenario (2004) y la investigación referida de Juan Francisco de la Paz, por lo que la divulgación de esta figura de la cultura cubana requiere de una intencionalidad institucional.

El Che visto por un pintor de Caibarién

El Che visto por un pintor de Caibarién

Por: Máximo Luz Ruiz

En la  poesía, en la música, en  la escultura y en los cuadros  de varios artistas se  inmortaliza la imagen del Guerrillero Heroico.
Algunos de esos creadores  nunca tuvieron la oportunidad de verlo  frente a frente,  otros como Luís Cabrera Crespo, un de Caibarién, sienten  el orgullo de haber conocido personalmente al Che Guevara.

El caibarienense recuerda que fue el  26 de diciembre del 1958,  durante las acciones para la liberación de Caibarién, cuando conoció al Che:

...En el aquel momento yo era  muy joven, así nos cuenta Luís... Pero nunca más he olvidado la  imagen del Comandante Rebelde  con su brazo en cabestrillo, aquel día lo pude ver  en la esquina de las calles Maceo  y Luz Caballero, muy  cerca de mi casa, el Che le estaba  dando órdenes para la toma de cuartel de la tiranía en Caibarién a otros combatientes entre ellos se encontraba  Roberto Rodríguez,  El Vaquerito...

El artista asegura que desde ese día hasta la fecha, la figura, el ejemplo y enseñanza del Che lo acompañan, es por eso que  en  la sala de su vivienda atesora  con  orgullo tres cuadros donde aparece el rostro del  Guerrillero Heroico.
Dos de sus cuadros, los pintó  con la técnica que se  nombra sangría o sauce, en la cual se utiliza un carbón especial, para buscar  desde los tonos oscuros a  los  claros,  Luís Cabrera asegura  que con el dominio de la técnica se logran efectos que le dan mucho realismo  a la imagen de la persona.

En es caso del cuadro donde el  Che esta  fumando, el autor  utilizó  de fondo un papel negro y sobre este trabajó con el pastel blanco, para lograr  así los efectos del humo.

En es caso del cuadro donde el  Che esta  fumando, el autor  utilizó  de fondo un papel negro y sobre este trabajó con el pastel blanco, para lograr  así los efectos del humo

 

Un palacio del Arte en Caibarién

Un palacio del Arte en Caibarién

Cuando el añejo edificio dejó de ser guardería infantil y cerró sus puertas, muchos en Caibarién predijeron su derrumbe y desaparición; tantas veces habían visto suceder lo mismo con  edificaciones patrimoniales.  Luego de un tiempo de indefinición, se dijo que sería para los artistas y las opiniones divergieron entre quienes tuvieron esperanzas y los que consideraron innecesaria otra institución cultural en la localidad. Sin embargo, hoy nadie duda que fuera una decisión atinada, la casona de la UNEAC es una bella y activa plaza cultural.

Cerca del séptimo aniversario del Comité de la UNEAC en Caibarién y del segundo año de trabajo en su actual sede, entrevisto a Leonel Vicens Martín, presidente de la ONG de los artistas en la localidad, quien me recibe con su más frecuente traje de gala de estos tiempos, un overol azul salpicado de pintura.



El trabajo en la edificación que sirve como sede a la UNEAC en Caibarién, partió de cero porque estaba casi en ruinas, ¿con qué intención se vino haciendo esto que prácticamente es una restauración?

La intención era devolverle a Caibarién una de las principales joyas arquitectónicas que tenía y que se encontraba en ruinas, nos reunimos un grupo de caibarienenses, jóvenes sin experiencia, sin dominar las técnicas de restauración, y partimos de la idea de que a Caibarién le hacía falta ese edificio y a la vez hacía falta un espacio para los artistas que no teníamos hasta esa fecha y a partir de esa idea, iniciamos la reconstrucción.

Decías que no tenían experiencia en el trabajo de restauración, sin embargo llama la atención cómo han recuperado habitación por habitación.

Las cosas han salido en el camino, hemos hecho un estudio, nos documentamos a través de Internet, también de sugerencias que nos han brindado, de testimonios de personas que visitaban la casa de los Delgado en aquel entonces y hemos tratado de rescatar con pequeñas muestras que quedaban, hemos innovado para sacar moldes, contamos también con alguna asistencia de arquitectos y algunos restauradores de La Habana que nos han asesorado, y a partir de allí hemos hecho nuestro trabajo.

Pero, hay anécdotas de que al principio, mandabas a tumbar toda la pintura que se había dado en una habitación y había que rehacerla o cambiar todo lo que se había hecho en determinado lugar.

Es que estábamos empezando y de pronto nos dábamos cuenta que eso no funcionaba y había que empezar desde cero y demostrar que se podía hacerlo bien, si no salía como estaba previsto, había que reiterar el trabajo una y otra vez hasta lograr nuestro objetivo. Yo siempre digo que las cosas cuando se van a hacer se hacen bien y si no, no se hacen. Fallábamos al principio porque estábamos empezando, pero no podíamos conformarnos, además, yo no decido, somos un colectivo, quizás la experiencia de la radio: hacemos un trabajo de mesa, salen las ideas entre un grupo y las emprendemos según ese debate, hasta lograr el objetivo que quiere el equipo.

En esta batalla por salvar la casa de la UNEAC, se han hecho un poco arquitectos…

Sí, tuvimos que investigar y aprender, esta casa tiene un estilo ecléctico francés, dicen los libros que es un ecléctico puro porque  es una mezcla de estilos muy bien marcada, data del año 1923, o sea, que casi tiene un siglo. Por eso, la tarea no termina con la restauración, hay que seguir aplicándole el mantenimiento al edificio.

Oigo decir que han trabajado aquí muy pocas personas ¿cómo ha sido el criterio de selección de quienes trabajaron durante estos casi dos años?

Comenzamos en abril del 2010. Realmente ha trabajado el que tiene que trabajar, actualmente solo somos cinco personas, porque para hacer esta obra hay que sentir amor, no pensar en el dinero, y sacarla como se ha planificado, nunca tuvimos una fecha tope, sale cuando esté perfecta. Cuando comenzamos no teníamos un peso de presupuesto, solamente con el amor y apoyo de los artistas, ya en estos momentos sí contamos con dinero para algunas necesidades, pero a partir de que nos hemos ganado una confianza que hizo que la UNEAC pusiera en nuestras manos un presupuesto y un grupo de recursos para seguir adelante.

Estamos manejando con la dirección nacional de la UNEAC, el gobierno y el Partido del municipio, como posible fecha inaugural el 14 de abril de este año, para hacerla coincidir con el séptimo aniversario de la constitución del Comité de la UNEAC en Caibarién.

Mientras conversamos, varias veces Vicens interrumpe la respuesta para tocar una pared que muestra manchas húmedas, recoger las semillas de la enredadera que sube por unas guías tejidas con el objetivo de que cubra y hermosee el pasillo, o da instrucciones al custodio-recepcionista-ayudante de todo.

Aún cuando la casa no está terminada, la UNEAC ha dado actividades sistemáticas durante todo este tiempo, incluso algunas peñas se han hecho habituales en esta sede ¿por qué decidieron darle uso si está aún en reparación?

Al principio sólo era la obra civil, los vecinos, la gente, preguntaban, yo quería demostrar al pueblo de Caibarién qué era la UNEAC y qué era capaz de hacer la UNEAC, decidimos empezar a dar una muestra del arte de primer nivel en las primeras salas: conciertos, conferencias, para que ya las personas conozcan las proyecciones y el futuro de la UNEAC en esta ciudad.

¿Cómo sueña Leonel Vicens este local una vez terminado?

Yo lo sueño como un palacio del Arte, pienso que desde las personas que vamos a trabajar aquí, hasta el edificio, debe ser todo amor, quien entre aquí debe sentir la satisfacción que brinda el ambiente arquitectónico agradable conjugado con las personas que debemos lograr el complemento final. Por eso desde ya, hablo claramente con el grupo que va a trabajar aquí, una plantilla tan pequeña como quienes intervinimos en la reparación, tienen que saber que haremos muchas actividades a la vez, que quizás no estén en su contenido, pero que requieren de estar sensibilizados con lo que queremos lograr, la consagración es la palabra de orden en la UNEAC de Caibarién.

No termino aún de bajar la escalinata de la casona de la UNEAC en Caibarién y mi entrevistado ya está encima del andamio con un pote de pintura verdeazul y una brocha… me voy con Martí en el pensamiento: “Hacer es el mejor modo de decir”.

Leonel Vicens, UNEAC, CaibariénUNEAC Caibarién

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Mientras haya obra, habrá vida (Homenaje a Neyda Barceló)

Neyda BarcelóSi de alguien humilde, que no buscó la fama, ni figurar en la farándula, ni ascender en los círculos intelectuales, tuviera que hablar, la recordaría; cuando buscara un nombre de quien desde el aparente silencio marcó el amor a Caibarién, pensaría en ella. No sé hasta qué nivel escolar llegaron sus estudios, pudiera decir que era de esas personas como SINDO, Corona, y otros, cuya superación personal y la sensibilidad innata, marcaron obra.

Desde mi recuerdo llega delgada, vestida pulcra y humildemente, una figura con falda plisada. Al paso de los años ella pensaba como niña, en tanto las sienes se le cubrían de canas, escribía poemas aún cuando no viera las letras que plasmaba sobre el papel, cantaba su música a pesar de que los ojos se negaran a reconocer el pentagrama.

Así envejeció el cuerpo de Neyda Barceló mientras su alma revoloteaba dentro de aquel amasijo de huesos y piel; finalmente, voló a la eternidad, donde le corresponde, para estar siempre atenta a los sueños de amor, las risas de los niños y el nacimiento de las rosas.

NO creo que en los últimos tiempos se le reconociera suficiente, pero recuerdo que vivió momentos de suma alegría y que la radio estuvo en la mayoría ellos.

“Mientras hay aliento de vida y mientras la persona siente por dentro que está viva… siempre se puede hacer algo”, había dicho dos años atrás, hoy pudiera parafrasearla, pues “mientras haya obra, habrá vida”.

Siempre que las nuevas generaciones de niños canten El conejo chispa o La Gatica loca, cuando un enamorado de este pedacito de costa entone Caibarién, flor de coral o, sencillamente, cuando la musa aletee entre los sueños de un poeta, Neyda vivirá en nuestro recuerdo.

Alba-k-Roja, una propuesta diferente de Verano en Caibarién

Alba-k-Roja, una propuesta diferente de Verano en Caibarién

Remedios, considerada con justicia la Octava Villa de Cuba, atesora tradiciones artísticas entre las que sobresale la música, no es entonces de extrañar la aparición de agrupaciones  que marquen diferencias; este es el caso de ALBA – K – ROJA, un proyecto del poeta  Carlos Ramos.

Con un formato que mezcla instrumentos aparentemente distantes en su aplicación como la guitarra flamenca y la eléctrica, la percusión de cajón y el bajo eléctrico o el violín y la pandereta, la agrupación remediana ofreció un concierto en los portales de la Galería de Arte “Leopoldo Romañach, de Caibarién, que sin dudas agradó.

La excelente voz de la solista caibarienense, Ismaray Ramos, la peculiar sonoridad que fusiona ritmos africanos, españoles y autóctonos y lo inédito de los textos del poeta y director de la agrupación, añaden frescura a la novedosa y atrayente presentación que hace el propio Carlos Ramos.

ALBA – K – ROJA, una propuesta de Verano diferenteSin dudas, esta propuesta veraniega forma parte de una de las mejores ofertas en el orden musical que ha transitado por las plazas de Caibarién y que ha marcado distintivamente una diferencia de calidad y variedad para el disfrute de los habitantes de esta ciudad del centro norte de Cuba.

Escrito por: María Elena Villegas

En el aniversario de Manuel Corona

En el aniversario de Manuel Corona

Dicen que le pidió a su madre que le permitiera comprarse una guitarra con el primer dinero que ganó como tabaquero, cuando era apenas un adolescente; cuentan que en cuanto pudo, fue a Santiago de Cuba, para beber de la fuente natal de la trova, allí conoció a Pepe Sánchez y se apropió de los conocimientos necesarios para componer de acuerdo a aquella forma que sentía era la suya.

Manuel Corona Raimundo nació en Caibarién, ciudad de pescadores y comerciantes ubicada en la costa norte del centro de Cuba, el 17 de junio de 1887, y vivió allí sus primeros años, luego se trasladó a La Habana, capital de Cuba, y se consagró como uno de los grandes de la Trova Tradicional Cubana, junto a Pepe Sánchez, Sindo Garay, Alberto Villalón y Rosendo Ruiz.

En sus años iniciales como músico, fue guitarrista y compositor en una agrupación sonera de los barrios de La Habana y participó en la fundación de uno de los primeros sextetos habaneros de son, factores que le permitieron adquirir conocimientos imprescindibles en su obra musical.

Entre 1900 y 1920, Corona realizó su producción más destacada por la cantidad, calidad y variedad de géneros musicales, de esa época datan: Mercedes, Aurora, Animada, Contrapunto, Mi pecho y mi alma, y las que lo hicieran más famoso: Longina y Santa Cecilia.

Corona fue, de los grandes de la Trova Tradicional Cubana, el que más composiciones logró grabar en discos fonográficos. También cultivó otros géneros musicales representativos de la identidad cubana como la guaracha y su variante la guaracha-son, habaneras, criollas, y hasta  compuso algunos tangos y blues.

Odilio Urfé, musicólogo cubano, evaluó la trascendencia de Manuel Corona, con esta frase: “No resulta difícil proclamar a Corona como el autor  que reafirmó los perfiles modernos de la guaracha cuando entre 1915 y 1920 escribió, dictó y grabó para el fonógrafo sus antológicas: El Servicio obligatorio; La Choricera; Acelera, Ñico, acelera.

Las tres guarachas escritas en compás de 2/4 (todavía hasta ese momento se escribía mayoritariamente en 6/8) inspiraron sus correspondientes danzones.

Una peculiaridad muy destacada de la obra de Manuel Corona, es la cantidad de canciones que le inspiraron las mujeres, también se especializó en las” contestaciones”, una modalidad que consiste en hacer obras musicales que respondan a otras de diferentes compositores; en el caso de Corona, se contestó, incluso, a sí mismo.

La vida bohemia no le proporcionó riquezas, ni siquiera en vida disfrutó de la fama que alcanzaron sus composiciones. Murió el 9 de enero de 1950, de hambre y frío, en la más extrema pobreza; en la trastienda del bar Jaruquito, en Marianao, La Habana.

Dada su pobreza, los conductores de ómnibus de la ruta 32, de la capital cubana,  hicieron una colecta para velar sus restos en la funeraria San José, luego la Sociedad de trovadores lo trasladó para su sede, y el 10 de enero de 1950, en horas de la tarde, fue su entierro; la despedida de duelo estuvo a cargo del notable músico Gonzalo Roig.

Sus restos permanecieron en el cementerio habanero hasta que en 1968, se trasladaron al cementerio de Caibarién a instancias de un grupo de sus coterráneos encabezados por Armando Rosado, conocido como Machina, importante promotor de la cultura local.

El 14 de septiembre de 1968, sus restos se velaron de nuevo en la capital, el  día 15 recibieron honores del pueblo y trovadores de todo el país en la Academia de Música de Caibarién, donde se cantaron durante toda la noche piezas antológicas de la trova tradicional.

En la mañana del 16, sus restos se trasladaron al cementerio en un desfile donde continuaron las canciones y las ofrendas florales. En un pequeño osario, sobre el regazo de una hermosa joven escogida por su nombre, Longina, como el de la canción que lo inmortalizó, llegó Manuel Corona a la bóveda más antigua del cementerio de Caibarién, donde aún descansan hoy y reciben numerosas ofrendas de amantes de la música y admiradores de su obra.

En Caibarién se le recuerda también a través de un Festival de la Canción que lleva su nombre, surgido en los años noventa y que se efectúa cada dos años, donde se premia la composición y la interpretación. Además, la institución fundamental de la Cultura en el territorio, La Casa de Cultura, donde se forman aficionados en las diferentes manifestaciones del arte y se fomenta el gusto por ellas, se nombra “Manuel Corona”.

Arte en la Roca

Arte en la Roca

Arte en la Roca es su más inminente aporte a la cultura de Caibarién.

Aunque Alcides Rivera Hernández, no nació en este pedacito de la costa centro norte de Cuba, desde hace un par de años decidió que esta será su base definitiva para repartir el arte que como escultor brota de sus manos a la piedra.

Hace tiempo decidió por la escultura ambiental, dice que es la manera de tener más público que aprecie su obra, así podemos ver esculturas suyas en diversos materiales: piedra natural o artificial, madera y metales reciclados, hormigón… pero, por supuesto, prefiere el mármol, material ideal para los de su oficio por la belleza y las posibilidades para expresar el arte; mientras que las técnicas van desde talla directa a terracotas y modelado; siempre con excelente calidad.

Las obras escultóricas de Alcides Rivera Hernández pueden verse en Ciego de Ávila, en el complejo de piscinas Baraguá de la capital del país, en numerosos hoteles de Varadero, también en Cayo Coco y Holguín y en la ciudad de Santa Clara, donde se reconocen las instaladas en el centro recreativo cultural El Bosque, el zoológico, el Instituto Superior de Cultura Física, las escuelas de Arte y la Universidad de Ciencias Médicas.

Nació el 24 de septiembre de 1952, en Santiago de las Vegas, La Habana, y es graduado de la Escuela Leopoldo Romañach de Santa Clara, de la Escuela Nacional de Arte en 1972 y Licenciado en Escultura y Dibujo del Instituto Superior de Arte, ISA.

Ha expuesto y obtenido premios en salones de profesores de la ENA y de San Alejandro, exposiciones y eventos convocados por instalaciones turísticas, salones de la ciudad de La Habana, y otros de Villa Clara. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, y miembro fundador de la Comisión Asesora para el Desarrollo de la Escultura Monumental y Ambiental (CODEMA), surgida en 1980.

Con semejante trayectoria, llama la atención que decidiera instalarse definitivamente en la ciudad de Caibarién, argumenta que encuentra múltiples plazas y constante inspiración para la escultura ambiental, de ahí que conciba proyectos que cambiarán la imagen de lugares importantes, los más llamativos resultan Arte en la Roca y un monumento funerario en el cementerio local que honrará y guardará los restos del trovador Manuel Corona, su musa inspiradora Longina O´Farrill y otras personalidades de la cultura y la historia de la localidad.

¿Qué es el proyecto Arte en la Roca?

Pues se trata de un taller al que de inicio ingresarán diez caibarienenses con aptitudes para la escultura y recibirán instrucciones de Alcides Rivera sobre técnicas para poder realizarla; las obras en piedra procedente de las canteras cercanas a Caibarién, quedarán situadas en el área de la Playa y otros lugares de la costa. Cada año un nuevo grupo de talleristas, a la par que aprende, dejará sus piezas como ornamento en el balneario visitado por la mayoría de los habitantes del centro de Cuba.

Arte en la Roca se suma a la iniciativa de los artistas de Caibarién para incidir en la imagen de la ciudad, donde existen otros proyectos loables como Ciudad Jardín de la pintora Madelín Pérez Noa que tiene en el evento Por la costa su logro más reciente.

 

 

La vena del centro en Caibarién

La vena del centro en Caibarién

Este viernes, a las 3 de la tarde, en la sede municipal de la UNEAC en Caibarién se presenta el libro La vena de centro. Trova santaclareña, del periodista y escritor Alexis Castañeda Pérez de Alejo.

En el volumen se recoge la historia de ese movimiento musical cubano en el centro del país durante los años setenta y ochenta del siglo XX hasta llegar a lo que hoy llamamos Trovuntivitis, fenómeno peculiar de la trova villaclareña que Castañeda caracteriza desde las opiniones de músicos, letras de canciones y sobre su propio conocimiento del fenómeno.

Juan Carlos Campos, Pedro Luis González y Eduardo Quincoso, trovadores de Caibarién, aparecen reflejados en La vena de centro. Trova santaclareña, de ahí la presencia del primero en el encuentro en la sede de la UNEAC de esta ciudad.

A las 10 de la mañana había sido presentado el libro en el Museo Casa natal de Alejandro García Caturla de Remedios.

La presentación del libro estuvo a cargo del periodista y poeta Yamil Díaz, quien junto a Alexis y al remediano Luis Manuel Pérez Boitel ofrecieron, según Centro Arte, un recital con textos poéticos.

Fuente: CentroArte

Defender lo nuestro

Defender lo nuestro

Por: Luis Machado Ordext

La poetisa María Elena Salado Díaz, residente en Caibarién, anda de paso por Santa Clara. Veía desde la Televisión Cubana la sesión clausura del VI Congreso del Partido en el instante en que arrobó a mi casa. Había subido once pisos, y ella quedó sorprendida al apreciar la presencia de Fidel en el cónclave.

La poetisa María Elena Salado Díaz, residente en Caibarién, anda de paso por Santa Clara. Veía desde la Televisión Cubana la sesión clausura del VI Congreso del Partido en el instante en que arrobó a mi casa. Había subido once pisos, y ella quedó sorprendida al apreciar la presencia de Fidel en el cónclave. En el diálogo, decide repasar aspectos de la intervención del delegado Eusebio Leal Splenger, Historiador de La Habana, quien afirmó: «La cultura es en gran medida la memoria.» Preguntó ¿por qué? y la respuesta no se hizo esperar: «Significa la guía de nuestra historia; la razón de ser de una existencia que no claudica», afirma.

Prefiere la mujer obsequiarme con la recitación de sus décimas dedicadas a la «Paz», perteneciente a su libro Con la voz de mi pupila --editorial Capiro, Villa Clara, 2000--, cuando dice: «Escapa cual cimarrón/ mi canto, se vuelve un haz,/ vuelo de flecha capaz/ de abrir hasta el corazón;/de la cadena, eslabón,/ del mar su rugido fiero/ dice basta, ya no espero/ quiero ser, del ave, trino/ y no ser más remolino/ bajo el ala del sombrero.»

Más adelante continua: «Este canto que ha salido/ a mostrar su libertad/ solo a fuerza de verdad/ vibra, late enardecido;/ este canto se ha crecido/ en el oído del hombre/ y aunque la razón asombre/ es mi canto un largo viaje/ que lleva por equipaje/ las tres letras de su nombre.»

Noto en la melodía de las espinelas un saboreo por la vida. Entonces comenta que constituye la transparencia del acto deslumbrante que vivimos los cubanos por estos días. De tener a Martí, como un gozo perpetuo en las enseñanzas de Fidel. «Es la vida del cubano que, desde la Paz, y eso significan las tres letras a las que hago referencia, perpetúan nuestra independencia.»

«Un hombre sin memoria se traduce en ermitaño, y nada más alejado para un cubano, ese que día a día, desde los parajes más distantes, llámese costa, serranía, surco, vibra en la humildad de conquistar el porvenir y perfeccionar los mecanismos que distinguen a la sociedad cubana afirmada en la defensa de su socialismo», apunta.

Es cierto, no cabe otra alternativa, la poesía, como cualquier otro tipo de manifestación artística, vislumbra aquella afirmación de Fidel cuando abordó hace años ante intelectuales cubanos que debíamos salvar la cultura, un engranaje histórico que perpetúa la forja de nuestra nación.

Concierto de Chalumeau en Caibarién

Concierto de Chalumeau en Caibarién

No hay música culta y música popular, esa división la hicieron los humanos de acuerdo a posiciones clasistas que no se relacionan con el disfrute de lo bello; la verdadera música no repara en el peso del bolsillo o el título que se exhibe en un cuadro en la pared; cuando se crea, se ofrece o se percibe, dejan de existir el resto de las artes, desaparece lo exterior, solo existen la música y los sentimientos que ella despierta en cada espectador.

Así sentimos cuando el pasado jueves  el cuarteto de viento Chalumeau ofreció un concierto en la sede de la UNEAC en Caibarién. Vivaldi, Fredy Mercury y Manuel Corona cohabitaron bajo un mismo techo sin discrepancias de ningún tipo. El numeroso público premió con aplausos cada propuesta.

La selección del repertorio, variada y sobria, permitía ir de los más conocido a lo ignoto, siempre en la cuerda de los considerados clásicos del repertorio internacional y la música cubana, a través de una bien lograda ejecución que reafirma la evaluación de excelencia con que se promueve Chalumeau.

Chalumeau (que significa “soplete” en francés, en alusión a los instrumentos de aliento que componen la agrupación) estuvo integrado primero como trío, por dos clarinetes y un corno, según declaró a Radio Caibarién su director y fundador Luis Rojas, quien explicó que ahora lo forman: oboe, clarinete si bemol, clarinete bajo y corno francés,  a cargo de los músicos Antonio Sánchez, Ernesto del Río, Ricardo González y Luis Rojas. Alto rigor musical y mucho estudio individual conducen a que todos estén evaluados de primer nivel, dos de ellos son miembros de la Asociación Hermanos Saiz (AHS).

En cinco años de arte, Chalumeau gana en prestigio en la región central de Cuba, se presentó en el evento A tempo con Caturla, en el recorrido Con la adarga al brazo de la AHS, actúa en las instalaciones turísticas de la Cayería Norte de Caibarién, y como parte de los proyectos de la AHS de Villa Clara, tienen una peña trimestral en la ciudad de Santa Clara. El proyecto más inmediato será una Peña en la casona de la UNEAC en Caibarién para deleite de un público conocedor y ansioso de este tipo de propuestas, que a partir de la presentación del pasado 14 de abril, espera nuevos encuentros.

Alcántara, un hombre del teatro en Caibarién y en Cuba

 Alcántara, un hombre del teatro en Caibarién y en Cuba Hace poco más de una semana murió alguien de relevancia para el teatro de Caibarién y de la región central de Cuba, una persona a quien tuve el honor de conocer y de quien fui alumna en los años de adolescencia; de ahí que no pudiera hablar de él hasta que la distancia de los días transcurridos desde su deceso, pusiera coto a las emociones y me dejara recordarlo; se trata de José Ramón Alcántara.(más)

Artistas de radio, cine y televisión en Caracol de Caibarién

Artistas de radio, cine y televisión en Caracol de Caibarién

Hace diecisiete años que Caibarién es sede el evento Santamariae de la UNEAC, allí compiten artistas de todo el país e intercambian criterios sobre temas relacionados con la realización artística en los medios. El 24 de noviembre volveremos a vivir tal acontecimiento, la primera información al respecto llegó en delcaraciones del presidente del comité de la UNEAC en caibarién, leonel Vicens, mi colega de la radio, y te la ofrezco.

La semana próxima Caibarién será sede de la XVII edición del evento Santamariae, de la sección de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, en Villa Clara.
Premios año anterior
¿Por qué el nombre de Santamariae?

Tradicionalmente la ciudad de la costa centro norte de Cuba ha sido sede de tales encuentros de artistas de los principales medios audiovisuales, quienes reconocen la calidad de las obras presentadas a concurso y propician el debate y la reflexión sobre temas fundamentales de su ámbito creativo.

Según Leonel Vicens, presidente del comité de la UNEAC en Caibarién, el evento que se desarrollará del 24 al 28 de noviembre, en áreas de la playa, tuvo el reto de realizarse a pesar de las limitaciones económicas y hacerlo con un mínimo de gastos sin mermar su calidad.

El realizador de Radio Caibarién y máximo representante de los artistas en esta localidad, destacó que en el XVII Santamariae se recibieron obras en competencia de todo el país, y destacó entre las principales actividades para la capacitación y preparación de los asistentes, el taller sobre La investigación y los medios de comunicación, que provocará opiniones sobre la importancia de los resultados de investigaciones en los medios para trazar lineamientos en ellos.

 Vicens declaró además que la casa de la UNEAC, un local que se restaura para esos fines desde hace algunos meses con esfuerzo propio de los artistas de Caibarién, será sede en la noche del jueves 25 de noviembre de un concierto del dúo Janet y Quincoso,  y recomendó como otras actividades de importancia la del 26 de noviembre donde los artistas intercambiarán con la comunidad, en los barrios parranderos La Loma y La Marina, contacto que se establecerá a través de un radio enlace transmitido en remoto por Radio Caibarién.

A la XVII edición del Santamariae de la UNEAC, se reconocerán, como es tradición, los artistas más destacados por la obra de toda la vida y se rendirá tributo a los pioneros de la radio Manolín Álvarez y Feliciano Reinoso, así como a Luis Agesta, fundador y promotor de este evento.

La gala de premiaciones del Santamariae de la UNEAC será el 27 de noviembre, a las nueve de la noche en el cine Teatro América, y se transmitirá en cadena para toda la radio provincial en Villa Clara y otras emisoras hermanas.

La niña pintora y las hadas

La niña pintora y las hadas

La primera Galería taller de Villa Clara fue inaugurada en Caibarién este 19 de octubre de 2010, como preámbulo al Día de la Cultura Cubana.Se trata del hogar de la reconocida artista Madelín Pérez Noa, donde junto a otros artistas creará y expondrá.

Quienes vivimos desde mucho en Caibarién sabemos que antes allí solo había mangle, ninguna leyenda marinera habló nunca de un palacio de hadas niñas que viven entre gatos y girasoles. Y ahora, de pronto, allí donde cualquier marejada  sube el agua hasta la cintura, aparece la casita más bella que nunca se haya visto, al menos a los ojos de las niñas, los artistas y los soñadores.

Desde hoy Ciudad Jardín no está al final del camino, a partir de este instante el malecón no termina allí; por el contrario, tendremos que cambiar nuestro modo de dar las direcciones, pues habrá de decirse: “donde comienza el arcoiris”, “allí, en la casita de los colores”, o “en la galería de la pintora niña y los gatos azules”.

Porque aunque su apariencia exterior sea la de una adulta, basta con que sonría y nos mire para percibir que Madelín Pérez Noa anda entre nubes, juega con muñecas, ama a los animales y prefiere los pinceles a las palabras para desbordar sus emociones.

Y si aún con eso no tuviéramos suficiente para conocerla, bastará con andar dos pasos del umbral hacia dentro en su Casa Galería, enseguida sus hadas rubias de largas cabelleras, con pamelas y cintas, entre palmas, nos harán perder todo contacto con el mundo conocido para entrar en lo que parece un infinito libro de cuentos.

Allí están sus amigos artistas, cada quien sobre sus corceles de andar los sueños, las hadas los dejan pasearse con una pincelada aquí, un golpe de cincel allá y una puntada más adelante; porque la pintora niña no quiere andar sola, sabe que por pequeñas que sean las casas de las hadas, en ellas cabe todo el que lo desee.

Es muy posible que no vuelva a subir el mar por esa parte, aunque los “nortes” sean bravos las olas se amansarán al llegar a la puerta trasera de la casita encantada, la niña pintora les tributará dos paletas llenas de azules para calmarlas mientras tararea alguna canción de cuna.

Si de paso por Caibarién quiere ir al mundo figurado, si nunca olvidó la infancia o quiere recuperarla, solo pregunte por las nuevas señas dónde hay hadas…cualquiera sabrá indicarle, el cartel en la acera dice Ciudad Jardín, pero es mucho más…se lo aseguro.

Palabras de la pintora en la inauguración

El pintor de las mujeres

El pintor de las mujeres

A Carlos Más algunos comienzan a llamarlo “el pintor de las mujeres”, otros le conocían desde hace un tiempo como “el pintor de la tierra”, y cuando nos acercamos a su obra, expuesta desde el sábado 24 de abril en la Galería de Arte “Leopoldo Romañach” de Caibarién, comprobamos que ambos calificativos se complementan y corresponden con el estilo de este artista que se nos presenta en su primera exposición personal en Caibarién, nombrada Paladinas de la beldad.
 
Con cinco muestras personales, cuarenta colectivas y siete reconocimientos en eventos, estamos en presencia de un creador experimentado, aún cuando su carrera tiene sólo cinco años, pues comenzó en el 2005, y según él, aunque tiene definido su estilo, mantiene la búsqueda constante. (más)

Una Banda de Conciertos centenaria

Una Banda de Conciertos centenaria

A finales del año 1904, en Caibarién, una pequeña ciudad costera del centro norte de Cuba, un músico de nombre José Pilar Montalbán Raimundo decidió formar una banda de música con niños, conocía de la que ya se organizaba en la vecina ciudad de Remedios, y  como era tan poca la distancia entre ambas, cada suceso cultural en una provocaba eco en la otra.
(más)

Una Banda de música con más de cien años

Banda Municipal de Caibarién en concierto en el parqueA finales del año 1904, en Caibarién, una pequeña ciudad costera del centro norte de Cuba, un músico de nombre José Pilar Montalbán Raimundo decidió formar una banda de música con niños, conocía de la que ya se organizaba en la vecina ciudad de Remedios, y  como era tan poca la distancia entre ambas, cada suceso cultural en una provocaba eco en la otra. (más)