Llegó el criollo, tu dulcerooooooooo
Un afinado pregón inunda el parque de Caibarién, todos se miran con la interrogante a punto de saltar y buscan de dónde sale el anuncio a voces de dulces deliciosos: Llegó el criollo, tu dulcerooooooooo…
Y aparece un triciclo que amplifica la propuesta de su mercancía a través de un altavoz, el contraste con los vendedores habituales impacta de inmediato: impecable presencia, propuesta sugerente y tentadora de su mercancía, y un servicio excelente.
Pero, ¿quién es este “marciano” que turba la abulia vespertina bajo un sol entre nubes y nos convida a un dulce casero?
Su nombre es Reinier Fuentes González, tiene treinta años y vive en la vecina ciudad de Remedios, hace sus propios dulces y comenzó alrededor de dos años atrás en una vieja bicicleta, vendiendo en Caibarién porque “no me gusta pregonar y aquí nadie me conoce, después fui para Remedios…” Los tiempos van mejorando, ahora tiene el carrito y unos amigos lo ayudaron con la música: “Oscarito, el que le ha compuesto a Juego de manos, me hizo el pregón, José Carlos que hace background me grabó todo, y la voz es mía”.
De nuevo Caibarién saborea su dulce de coco en barquilla que Reinier endulza con un bien cantado pregón: Llegó el criollo, tu dulcerooooooooo…y sigue su camino con la sencillez de quien no se percata de habernos enseñando la excelencia de hacer con buen gusto su oficio.
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