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Camilo presente en Caibarién

Camilo presente en Caibarién

Por: Máximo Luz Ruiz

Muy  cerca del tradicional malecón de  Caibarién,  sitio donde cada 28 de octubre acuden  los caibarienenses a echar flores al mar como tributo al Comandante Camilo Cienfuegos Gorriararán, se levanta un microparque que recuerda al Señor de la Vanguardia.
La pequeña plaza se  construyó en  1969, y  en  uno de sus extremos se  irgue un pedestal con dos secciones  en forma de pirámide trunca , sobre el  cual descansa desde 1974 un busto fundido en concreto del Héroe de Yaguajay.

La base de la pirámide es una media  luna desde  donde parten cuatro  pasillos semejando los rayos del sol naciente en el horizonte.
El busto fue donado al pueblo de Caibarién por Ramón Cienfuegos  Flores  y Emilia Gorriararán Zaballa, padres de Camilo Cienfuegos quienes con frecuencia visitaban este sitio de la Villa Blanca.

Camilo Cienfuegos,  visitó  a Caibarién el 3 de mayo de 1959, y en su discurso frente a la sede del gobierno en el parque La Libertad  convocó a todos a mantener la unidad y  confiar en la revolución cubana.

Luego vino el fatal 28 de octubre de 1959,  ese día la  noticia conmovió a todo el pueblo cubano, el Comandante Camilo Cienfuegos Gorriararán, en su viaje  de regreso desde Camaguey para La Habana había desaparecido.

Los vecinos de Caibarién, conmovido se lanzaron  a las calles, cientos de embarcaciones veleras y de motor, zarpan del puerto rumbo a distintos puntos de la bahía y la cayería para llevar a cabo la búsqueda del  Comandante, se crearon brigadas marítimas especiales para esta tarea, donde se movilizan las milicias y el Ejército Rebelde que "peinaron  la cayeria y las costas frente a esta búsqueda estaban  el Comandante: Félix Torres y el teniente Obdulio Morales Torres.

En medio de la búsqueda la radio enemiga divulga la falsa noticia sobre la supuesta aparición de Camilo, la euforia embarga al pueblo que se lanza a las calles, suenan las sirenas de los autos y fábricas y al final la rabia e impotencia ante  la burla de la contrarrevolución y el imperialismo que no respetaron el dolor popular hicieron presa de nuestro pueblo.

Camilo Cienfuegos, desapareció físicamente pero nos dejó como enseñaza su humor de buen cubano, la  sencillez, la valentía,  la  modestia y gran amor por la patria.

Por eso el parquecito de Camilo en el malecón de  Caibarién es uno  altares donde se erige la gloria de la historia de Cuba

La imprenta cuenta su historia...y la nuestra

La imprenta cuenta su historia...y la nuestra

La imprenta comienza en Cuba en 1723, fecha del primer impreso conocido. Llega a nuestro país alrededor de tres años antes, unos ciento ochenta años después que a México, casi ciento cuarenta después que a Perú, cuando ya había sido establecida en Guatemala, Paraguay y Brasil; La Habana fue la séptima ciudad de la América española que tuvo imprenta.

Por su parte, Caibarién, fundada el 26 de octubre de 1832, no contó con prensa escrita hasta 1878. Habían transcurrido 129 años de que la isla tuviera imprenta y  46 de que se fundara Caibarién. Sin embargo, la relativa demora no impidió que el entusiasmo de los locales llevara a desarrollar un importante movimiento periodístico apoyado, por supuesto, en el desarrollo de la imprenta.

En Caibarién el maestro público Don Emilio Ayala y Ruiz fue quien dirigió el primer órgano de prensa nombrado con previsor optimismo “El Porvenir”, que hizo su aparición el 17 de julio de 1878. Este se tiró en la imprenta que para el efecto fue traída desde Remedios por Don Rosendo Pérez y González, quien solicitó y obtuvo autorización para publicarlo. Salía los jueves y domingos, constaba de dos hojas de tres columnas y recibía colaboraciones de Remedios, Santa Clara, Cienfuegos y Cárdenas.

Históricamente, la labor editorial en Caibarién estuvo ligada a las publicaciones periódicas, aún cuando se imprimieran otros materiales de corte propagandístico y comercial. El momento de mayor esplendor estuvo en la primera mitad del siglo XX, sobre todo en los años 40 y 50, en los que alguna bibliografía refiere que fue Caibarién la ciudad del interior de la República con mayor número de periódicos. Para respaldar tal auge se adquirieron en esos años máquinas de procedencia norteamericana y alemana, aunque otras venían sirviendo a la prensa local desde finales del siglo XIX.

Lo más significativo desde el punto de vista histórico es que dichas máquinas, gracias a sus innegables condiciones y al mantenimiento y cuidado que recibieron de los trabajadores gráficos, se mantienen en uso hasta hoy;  la información periodística era emplanada casi siempre a la manera tradicional, pues, según testigos e investigadores:  “la técnica moderna se dejaba para modelos y carteles”.

Listado de máquinas en imprenta de CaibariénPara ilustrar la intensa actividad editorial y periodística de la etapa mencionada, vale ejemplificar con el propio año 1940 en que Caibarién contaba con seis imprentas: Gutemberg, situada en la calle Máximo Gómez, número 15; Impresora de Caibarién S.A. ubicada en la intersección de las calles Cuba y María Escobar; La Americana, en Justa y Máximo Gómez; La Habanera en Máximo Gómez y Cuba; la imprenta La Milagrosa situada en la esquina de las calles Padre Varela y Céspedes y la nombrada La Opinión, en Máximo Gómez 17.

Ubicadas sobre un plano de la ciudad, las seis se encontraban en el radio de dos manzanas, en el centro comercial de la misma, incluso en edificaciones contiguas, y allí se editaban, entre otros: Caibarién, cuya directora fue Carmen García Sierra, El Deber, dirigido por Juan Sánchez Baldrich, El Imparcial por Eudaldo Valdés Águila, El Reporter, bajo la dirección de César Figueroa Fernández, La Opinión, publicación de más larga vida en Caibarién y dirigida desde esa época hasta su cierre en los años 60 por Vicente Treto Rivero, y Verdad, que dirigía Dominga Rodríguez.

Perez C. A.(2005) en la investigación titulada “ALCANCE SOCIAL DE LA REVISTA VILLA BLANCA” que se conserva en el Museo María Escobar Laredo en Caibarién, afirma que “Por el año 1947 Caibarién contaba con una asombrosa profusión de publicaciones locales que salían en varias imprentas, algunas muy antiguas pues los tipógrafos nunca emplearon para los diarios de aquí otro procedimiento que no fuera el de parar letra a letra el cajetín, escogiéndolas del chibalete y los adelantos que fueron entrando, solo eran usados en la impresión de modelos, pero nunca en los textos. Sin embargo una estadística sitúa a Caibarién como el municipio con mayor cantidad de publicaciones periódicas en la isla en el año 1943, claro está que en ellas predominaban las propagandas políticas y los anuncios comerciales, lo que hace notables a los periódicos con intereses más nobles y elevados como el de enaltecer el espíritu colectivo de los pueblos, aquilatando sus valores, junto a las personalidades que con más ardor los han enarbolado”.

Los años 30 y 40 del siglo XX presencian la publicación en Caibarién de las excepcionales revistas Rumbos Nuevos, Archipiélago y Villa Blanca, que se diferencian del resto del movimiento periodístico local y se destacan en el centro de la isla y hasta en el plano nacional por su interés social y literario, alejado de la banalidad que caracteriza la prensa de la época.

Imprenta en CaibariénUna lista de Feliciano Reinoso cuenta alrededor de 127 publicaciones periódicas salidas de las imprentas caibarienenses a lo largo de su primer siglo de existencia. Entre ellas: “El Porvenir”, “El Recreo de Artesanos”, “El Faro”, “El Orden”, “La Opinión” y, por supuesto, Rumbos Nuevos, Archipiélago y Villa Blanca.

Nada menos que de estas imprentas salieron textos que hoy son fuente de conocimiento histórico y consulta obligada para investigadores: “El Libro de Oro de Caibarién” de Alberto Ayala, publicado en 1918 y los “Apuntes Históricos de Caibarién” de José Andrés Martínez Fortún y Foyo cuyos ejemplares donados al Museo “María Escobar Laredo” llevan el recuento desde los primeros tiempos hasta 1958.

Luego siguió una depresión que solo muestra algunas publicaciones esporádicas y de efímera duración. Las antiguas máquinas continuaron su servicio, más dedicadas a imprimir modelos que a la actividad periodística; aún así, en los años setenta y ochenta del siglo XX se imprimieron algunos no menos interesantes en la intención de reseñar el acontecer local de cada momento, como: El Popular, los Cuadernos Caibarién y las publicaciones de los talleres literarios nombradas: El Cayo, Con la mies en parvas, entre otras; las máquinas con más de medio siglo en uso, no cesaron de contar nuestra historia a la par que ellas mismas lo son.

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EL PUEBLO DE LOS NOMBRETES, SEGÚN MENÉNDEZ GALLO

EL PUEBLO DE LOS NOMBRETES, SEGÚN MENÉNDEZ GALLO

Mi amigo el escritor Rogelio Menéndez Gallo me envía otro de sus sustanciosos y jodeosóficos artículos sobre Caibarién, La Villa Blanca, la tierra de los cangrejos o El Cayo, porque también este pedacito de Cuba tiene muchas formas de llamarlo para no ser menos en el asunto de que somos "el pueblo de los nombretes" (por cierto, quien nos puso el "nombrete" fue nada menos que Samuel Feijóo), y para quienes no sepan qué es un nombrete lo mejor sería que vinieran a Caibarién donde cualquier incidente, rasgo fisonómico o... lo menos pensado, puede dar lugar a que lo rebauticen sin pedir consentimiento; pero si no le es posible llegarse acá por ahora, lea...

Reconocido   Caibarién como el pueblo de los nombretes por la jodeosofía (parte de la filosofía que se ocupa del estudio y aplicación práctica de la jodedera  autóctona  en el mundo de las artes, la literatura, el folklore y en la vida misma) ilustra con el ejemplo cargando dos apodos  históricos: La Villa Blanca  y el Cayo, amén de otro colectivo para sus hijos: los cangrejeros.

Así las cosas, los jodeosóficos de la rama cultural  se han dedicado a través de la  historia de la localidad (que ya anda por los l75 octubres en este 2007) a rescatar pacientemente los motes olvidados; indagar de igual modo acerca de los árboles genealógicos que los otorgan al nacer cuales títulos nobiliarios, y a jugar  un papel importante confiriéndolos a los futuros nobles desde la niñez temprana en los distintos barrios. Un proceso continuo, dialéctico, creador, infinito, original sin lugar a dudas.

En esta labor científica,  los investigadores han sabido seleccionar  nombretes y calificar las causas de los mismos,  teniendo en cuenta no solo el factor hereditario, sino  los físicos, espirituales, de oficio, morales; profesión o actividad de cada personalidad. Y por  supuesto,  ellos tampoco han escapado del alias conferido, regularmente de chico.

El poeta  y dramaturgo Ramón Arenas (Ramiro  de Armas  como seudónimo periodístico y literario) recreó para el arte popular, centenares de apodos de coterráneos, utilizando a la reina poética de la cubanía: la décima.

Luego entonces, me dispongo en lo adelante a destacar en tal sentido,   un breve muestrario de la obra de Arenas.  Nunca un análisis literario sobre el rigor poético de las décimas, pues llegaron a mis manos por tradición oral y se aprecia a simple vista que algunas   están descalificadas técnica y literariamente. Se trata con la propuesta,   hacer patente   el rico patrimonio cultural de nuestros  pueblos, en los que jamás falta el típico humor cubano.

Sí  resulta  saludable señalar, la singular vinculación de medio marino   que prácticamente  rodea a Caibarién con  la mayoría de los  motes, así como el uso de los artículos las-los,  por medio de los cuales, el poeta da a conocer  justamente,  como suelen manifestarse los linajes en familias completas. Por otra parte debo  recordar que, esta colección data de la primera mitad del siglo XX  y que por tal motivo, ya en los inicios del  tercer milenio y  en renuevo incesante, otros millares de motes aguardan  por ser integrados a obras del más genuino folklore.

Así que del monumental catálogo  poético  de Arenas,--se habla  de que escribió un cuaderno   contentivo de cien décimas  con la misma temática--  rescaté   a duras penas una decena,  que dan idea  del conjunto de esta  obra no solo  inédita; sino desaparecida del tesoro  familiar.. 

              (l)

Comenzando este  trillito                            

De apodos estrafalarios,

Tenemos los Millonarios,

El Parguete y Alambrito.

Guarapo, Culibajito,

Cangrejón y Huelemoco,

Pececito, Mantecaecoco,

Lebisa y  la Cagalera,

Los Jutíos, Regadera,

Seboruco y Socotroco.

     (2)

Guárana y Manomuerta,

Pataderrumba y Bilongo,

Peseta, Guasa, Moñongo,

Langostón y el Auratuerta.

Trasponen la misma puerta:

Perrochino,  Viejoloro,

Ña ñajúa,  los Lindoro,

Patrón, Serafín la Chiva,

Verrugato,  Muertaviva,

Mermelada y Comodoro.

 (3)

Quijano, Chopa, Portillo,

Guajaco, Ronco, los Papa,

Serrucho, Melón, Surrapa,

Juan Jimagua y el Palillo.

Mediopeje, Monaguillo,

Piojobizco, La Guabina,

Culoepalo, Gabardina,

Tibor y Pepe Guataca,

Singuilla, Antonio la Rata,

Ancla, Marea y  Machina.

          (4)

Choncholí y la Pelotica,

Juan Velero y Corojito

Los Tarecos, Platanito,

La Corúa y Chancletica.

Los Macalla, la Cotica,

Dientefrío, Viento en Popa,

Cubereta,  Moscaensopa,

Bocaejaiba, Patiseco,

Tiburonas, Mocoseco,

Los Peocosío y  Pocarropa.

     (5)

Detrás vienen  los Cachucha,

Diego el Bizco y Morrongones,

Caimanes y Escobillones,

Los Mascamierda y los Trucha.

Don   Culillo, los  Lechuza,

Cangrejito y Caraveo,

Alcatraz-cagón, el Peo,

El Remo y las Bollorico,

Siquitrilla,  Tototico,

Cornúa-Cruz y Bichofeo.

        (6)

Los Liborio y Burundanga,

Calabrote, el Carateño,

Nico-Baliza, el Isleño,

Rabirrubia, Neñé y  Langa.

Moropoecherna, Malanga,

Mojarra, y  el  Ciguatera,

El Chipojo, la Manguera,

Frijolillo y Yaguajay,

Machangoli y el Camay.

Sapo, Sijú y Minutera.

        (7)

Las Pisabonito, Guaguanchón,

Juruminga  y Cacharrito,

Pandegloria,  Matojito,

Chapín, Picúa, y Chichón.

Huevoetoro y el Ratón,

Los Cayuco y la Sardina,

Sotavento y la Canina,

Quindoya, Piojón, Mereje,

Caguama, Loro y  el Peje,

Bocachula y Nicotina.

      (8)

Peje-perro en el rincón,

Pito y Macabí en la esquina,

Mongo el Pelú está que trina,

Con Cascarrú y Tiburón.

Escupitajo y Sansón,

Mortadella quiere pan,

Se lo explica con afán,

A Sargazo y Picadillo

Y rascándose un tobillo

Viene  Manolo Cancán.

           (9)

La  colección se completa

Con  la Quilla  y Mondonguito,

Barlovento y las Churrito,

Butifarra y la Chancleta.

Los Peinefino, Cagueta,

Los Mogollones, Mandaca,

Las  Tiemplaisigue, Biajaca,

Los Chalanes, Parientico,

Las Dráculas, Buchito, el Rico,

Los Salistre y Calandraca.

    (10)

Faltan en este barullo

Que parece no tener fin,

Puertoviejo, Puercoespín,

La Palanca y el Andullo.

Cada cual tiene lo suyo

Dentro de este recorrido:

Chaparrita,  Barcohundido,

Puenterroto y Calamar,

Litoral y Ras de Mar,

Cantarrana y Los Jodido.

“El pueblo de los nombretes”, así calificó  en una ocasión  el genial Samuel Feijóo a Caibarién, con pleno conocimiento de causa.  Había  acabado de llevar  a cabo una de sus frecuentes  investigaciones  folklórica en la  antigua  provincia de Las Villas.

Protagonistas de su tiempo

Protagonistas de su tiempo

Guardo tantos recuerdos hermosos de mis años de infancia y juventud, la mayoría de ellos relacionados con acampadas, excursiones y otras actividades escolares, que aún cuando rebasé los años juveniles, cada 4 de abril celebro el cumpleaños de los pioneros y la juventud en Cuba. Pero, como los jóvenes siempre tienen esa frescura y desenfado que les concede la edad, mi colega Alejandra Rojas, recién graduada de Periodismo, hizo una crónica donde dice todo cuanto yo hubiera deseado, aquí está:

A los que desentonan por lo atrevido de sus vestimentas, a los que esperan respuestas, pero a veces no saben preguntar. A los que, sin que muchos se lo reconozcan, protagonizan de verdad miles de buenas ideas. A esos que buscan y encuentran.

A los que han cambiado la forma de ver el mundo a sus padres, convenciéndoles de que es mejor ponerse a tono con  las nuevas tecnologías. A los que saludan y piden permiso, y causan asombro a los de más edad que a veces no lo hacen.

A los que viven el hoy con fuerza, y defienden sus principios. Principios que maquillados con nuevas tendencias siguen siendo, en esencia, los mismos de todas las jóvenes generaciones.

A los que esperan el momento oportuno para demostrar que valen, a pesar de lo mucho que hablen los más viejos. A los que aman, por encima de todo.  

A los jóvenes todos, sin distinción de edad, raza u orientación sexual, A los que están detrás de cada estereotipo,  llegue esta vez, desde otra voz joven y comprometida, la felicitación por el cuatro de abril. Segura de que Vamos por más, porque conozco con sobradas razones todo lo que es capaz de hacer el alma joven.

Felicidades a los inconformes, a los emprendedores, a los atrevidos. A los de hoy, sin olvidar que seremos también los de mañana. Con el pretexto del medio siglo de la Unión de Jóvenes Comunistas, felicidades también para los cientos de jóvenes de Caibarién que crean, que enseñan, que producen.

A todos los jóvenes, comunistas o no, que aunque los nieguen los necios, son y serán siempre protagonistas de su tiempo.

 

La Peregrina

La Peregrina

Nadie puede decir con exactitud cuándo apareció con su humilde estampa, aparentemente solo buscaba alimento y por esa razón se acercaba a un sitio tan concurrido, al principio algún que otro le hizo una caricia, también recibió uno que otro puntapié; optó por refugiarse tras las hileras de asientos, estudiar desde allí a los visitantes y salir solo si fuera pertinente.

De su vida anterior no se conoce nada, aunque evidentemente la tuvo, pues era adulta cuando se acercó sin estridencias ni excesivas demostraciones de amistad, más bien comedida, a ese sitio donde las gentes preferirían nunca más volver, porque solo huele a dolor, flores y muerte. Quizás vino con un dueño perdido para siempre.

A pesar de la consternación y sobriedad que impone el lugar,
un día alguien notó que acompañaba los entierros, esperaba el discurso de último adiós y regresaba a la funeraria sin desviarse a ningún otro sitio. Y así de ida y regreso tantas cuantas veces peregrinaran los diversos grupos de desconocidos dolientes.

No tenía nombre, comenzaron a llamarla “Niña”, desarrolló ese instinto de los perros abandonados para identificar a los buenos, los temerosos o los malos humanos, en consecuencia del cual saludaba, se mantenía a distancia o pasaba indiferente.

Tampoco sabemos quién la llamó por primera vez Peregrina, pero de seguro aludía a esa costumbre de acompañar las caminatas que la tradición mantiene como tributo a nuestros muertos; el caso es que ya su nombre y la historia se extienden a la tradición popular.

Solidaria como muchos debieran aprender a serlo, la Peregrina de Caibarién ha encontrado benefactores con intenciones de adoptarla: un anciano que vive junto a la funeraria local, la encargada de la oficina del recinto mortuorio, los artistas que remozan como sede una casona cercana; pero ella siempre vuelve a sus caminatas.

Una anécdota cuenta que parió en la zona comercial y hasta allá fueron a buscarla con cría y todo, hace poco un hombre pasó por la céntrica calle Jiménez con ella atada y la pretensión de llevarla a su domicilio, desde una barbería salió otro, la desató y la devolvió al entorno y misión que escogió por si misma; su más reciente prole de ocho cachorros crece en el sótano de la sede de la UNEAC, y ya está pactada la esterilización para garantizar tranquilidad al barrio y seguridad a la Peregrina.

Ignoro cuánto tiempo más nos acompañará en los momentos de dolor por la pérdida de un pariente o amigo, recuerde que nadie sabe de su vida e historia anterior; es cierto que no tiene pedigree, ni collar, le falta aseo y sus pechos fláccidos cuelgan un poco; pero ojalá sea por mucho, pues  de tal  mesura y solidaridad pudieran aprenderse varias lecciones.

La Peregrina La Peregrina

Exposición de fotografía en Caibarién

Exposición de fotografía en Caibarién

Callejeando anduvo por Caibarién el fotógrafo Lázaro Ricardo Abreu Santos para tomar las imágenes de la exposición que acaba de inaugurar con ese título en la Galería de Arte “Leopoldo Romañach”.

Gente común, sorprendida en su entorno cotidiano por la mirada y el lente del artista a la manera tradicional, sin retoques ni composiciones digitales, llega a esta muestra de poco más de veinte obras.

Durante la inauguración, el especialista del Centro Provincial de la Artes Visuales en Villa Clara, Walfrido Revilla Rondón, expresó:“En el artista la búsqueda de un basamento estético no transita por la sobriedad del acromatismo, ni por la expresividad de composiciones con referencia a la Historia del Arte, ni por los paradigmas de grandes fotógrafos, ni por los atractivos de la tentadora iconografía marina. Más bien se impone con pragmatismo, la manera en que sus habitantes modelan las tradiciones de esta ciudad de cara al mar. Las instantáneas no pretenden dar lecciones sobre el bien o el mal, lo criticable o lo plausible, sino descubrir otras herramientas para el necesario ejercicio de la conciencia colectiva en su afán de preservar la autenticidad de la cultura”.

Callejeando ha tenido gran aceptación en el público, para el cual resalta el interés del fotógrafo por captar la cotidianidad  y permanecerá expuesta en la Galería de Arte de Caibarién hasta el 21  de febrero.

CaibariénCaibarién  Caibarién

San Pascual o El Pontón, según Luis Sexto

San Pascual o El Pontón, según Luis Sexto

El reconocido periodista cubano Luis Sexto escribió recientmente su versión sobre una frase marinera que reza: "barco varado no gana flete", se refirió así a los múltiples usos que tuvo una anorme embarcación que todos los de Caibarién conocemos como El Pontón o San Pascual, aún cuando permanece por años y más años inmóvil en medio del mar. Quisisera compartirla con mis lectores porque aún cuando el último intento por hacerlo sustentable económicamente no resultó, la historia vale y quienes nacieron en este, mi pedacito de Cuba, conocen numerosas leyendas que nacieron en El Pontón.

BARCO VARADO SÍ GANA FLETE

Por Luis Sexto

Ahora se va en automóvil recorriendo el camino de piedra de Caibarién a Cayo Santa María. Pocos años antes había que navegar una 20 millas desde ese puerto del norte de Villa Clara, hasta arribar cerca de Cayo Francés. Entonces me embarqué en esa travesía, en dos cuartas de lancha, porque me habían dicho que Santa María, Los Ensenachos y otras isletas eran postales de un paraíso que, contrariamente al del poeta Milton, aún no se había encontrado.

El hombre que barre mi calle

El hombre que barre mi calle

Cada mañana pasa silencioso, apenas sale el sol y ya recorrió toda la calle, por su lado transitan autos, bicicletas y muchos caminantes; todos tienen prisa, por eso ni reparan en quien recoge todo lo que lanzan al descuido o el viento arrastra desde depósitos cercanos.

Él es el rostro de la laboriosidad; para colmo decidió por iniciativa propia cortar toda la hierba que crece a ambos lados de la calle, abonada por la indolencia de los vecinos. Nadie le paga por eso, pero él ama a Caibarién, recuerda aquellos tiempos en que el Hotel España mostraba sus vitrales desde lejos y la parada de ómnibus, frente a mi casa, estaba siempre repleta de viajeros.

Dice que estuvo en España y buscó por meses trabajo como barrendero, pero...el empleo está difícil allá. Ahora anda por mi calle y nadie lo nota, ni siquiera perciben que todo vuelve a estar muy limpio.

Hoy, mientras colaba mi primer café, lo sentí, tomé la cámara de mi yerno, y esta es la foto del héroe anónimo de mi vieja y querida calle de Caibarién...por supuesto, le pagué con un buchito del "aromático" que bien merece.

Decir antes de esta historia Oscar Pérez Claro, no hubiera significado nada, ahora sí, porque ya se sabe que desde su humilde oficio es un caibarienense de kilates.

Velas en Caibarién...mucha pasión

Johny Ramos, de Caibarién, Subcampeón Nacional Juvenil de Cuba en 2009 Desde que comienzan a preparar las embarcaciones, luego aquel mar lleno de velas, y uno que se acuerda de Nélido y Octavio, otro que afirma que su tío fue mejor que quienes compiten hoy en determinada embarcación, aquel lleno de protector solar, las muchachas que de tan cubiertas para proteger su pelo, la piel…apenas se reconocen, y los nervios…ahí…en el paseo inquieto de alguno, otra que se muerde las uñas…pero, en general, los veleros y veleras son valientes, se ve en los enormes  esfuerzos físicos para tirar su barco al agua, navegar durante horas compitiendo contra otros atletas y contra el viento “que siempre se extrema” y luego de nuevo bajar el velamen, poner a resguardo el barco, en fin, dejarlo todo listo para las regatas del día siguiente.(más)

Colegas

Colegas

Entre las expediciones más interesantes que he realizado, estuvo el recorrido por las obras de la Cayería Norte de Caibarién, un Polo turístico de mucho interés y en pleno desarrollo, allí estuve con mis colegas durante la Jornada de la Prensa Cubana, todos consideraron como "lo más difícil del recorrido", la obligatoriedad de ponerse el casco para recorrer las obras, para algunos no hubo talla y les quedó como un huevo frito en medio del cráneo, a otros creo que los marcaron así para que no se hicieran los turistas, día lindo e interesante.

Tesoros

Tesoros

Estos niños y niñas viven en Caibarién, no van a la escuela aún, pero se preparan en lo que llaman vías no formales o Programa Educa a tu hijo, se vistieron como personajes de cuentos para desfilar en homenaje a José Martí, el 28 de enero de 2011. La gordita bailarina es mi sobrina Kassandra.

Caibarién, todo el tiempo de la Parranda

Caibarién, todo el tiempo de la Parranda (carroza barrio La Marina)Desde el mismo nacimiento cada habitante de Caibarién tiene, además de sus datos de identidad como sexo, color de la piel, apellidos y dirección de residencia, otra diferenciación: lomero o marinero.

Esa será la condición que más defenderá el resto de su vida, pues si bien algunas veces debemos discutir nuestras preferencias sexuales, o enfrentar alguna batalla verbal con quienes hagan bromas sobre un negro o un chino, y en el caso de Caibarién también se discute con frecuencia por los apodos que denotan a familias enteras, esas son discusiones ocasionales, mientras que cada diciembre la batalla es campal por demostrar cuál de los dos barrios La Loma o La Marina, ganó en la Parranda.

Pero la Parranda en Caibarién no empieza ni termina; según se tiran los últimos fuegos, cada barrios recorre su triunfo, porque ninguno reconoce haber perdido, ya se comienzan a hacer proyectos para la siguiente y los miembros de las directivas y voluntarios fanáticos empiezan a acopiar lo que necesitarán en el próximo enfrentamiento.

Desde noviembre, de forma alternativa, cada domingo un barrio desfila con su música (llamada changuí), y tras él los partidarios y también los “enemigos”, apostados en la esquina para el combate verbal y a veces… Llegado diciembre, aprietan el paso, se hacen desafíos, se esconden datos, preparan sorpresas, es la hora en que Risley, el presidente de La Marina, dice que no le da tiempo a terminar (cuando en realidad casi todo está listo) para que los lomeros se rían de él en público, se confíen y “quien ríe último…”

En Caibarién, ver armar las carrozas durante los tres días previos al desfile es toda una fiesta, cada barrio con sus seguidores y los admiradores deslumbrados con la subida de cada pieza y el correspondiente mortero de luces de celebración.

Así estuvo nuestro viernes 17 de diciembre de 2010, según el fotógrafo Erisbel Bosch. Mañana estarán listas y será la Gran Noche.

Caibarienenses haciendo la carroza de La Loma Caibarién, todo el tiempo de la Parranda (carroza barrio La Loma)

La Sirena de la Canal de los Barcos

La Sirena de la Canal de los Barcos

En las aguas de Caibarién hay una Sirena, tiene más de cien años, pero la dama, mitad mujer, mitad pez, es hermosa y juvenil. No…nunca la he visto…por más que pregunto a los pescadores de este tiempo, a ellos tampoco se les presentó, ¡ah!, pero cada uno tiene un tío o abuelo que debió atarse al mástil del barco velero para no sucumbir a su canto, todos saben que existe y que el sitio para buscarla o evitarla, según los deseos del navegante, es el canal de los barcos, un lugar en la mar al que solo podía irse navegando hasta que construyeron una enorme carretera. Mi teoría es que la “bella y peligrosa” teme al tráfico y se oculta de la avalancha de turistas que viaja a la cayería norte.

La sirena de Caibarién

(Fragmento tomado de Fabuloso Mar, de Francisco Martínez Mota, publicado por Editorial Gente Nueva en 1988)

La más famosa de las sirenas cubanas, empero, es la de caibarién. Sobre ella se han escrito los más diversos relatos, muchos de ellos encajados en los más disparatados argumentos. El más tradicional y aceptado es el que encaja facundo Ramos en sus Cosas de Remedios, libro escrito en el siglo XIX y no publicado, sin embargo, hasta 1932.

Al hablar de las sirenas, este cronista popular escribe: “Las que se han encontrado en las aguas de Caibarién suelen aparecer, en algunas noches de luna, flotando suavemente por el medio del Canal de los Barcos. Está formada, de medio cuerpo para abajo, como un pez grande semejante a una tintorera y, de medio cuerpo hacia arriba, es el busto de una mujer hermosísima. Su color es de un blanco pálido y sus facciones como de la más perfecta circasiana”.

“Sus ojos son de gacela –añade el cronista- y guiña mucho el derecho, sobre todo cuando ve a algún marinero que le gusta: enseguida le hace la seña del tres… Su cuerpo es elegante, bello y artísticamente modelado… Sus torneados brazos se agitan incesantemente, produciendo olas de espuma en cuyos cristales se refleja la imagen de la hermosa sirena.

“Pero lo que más enloquece –insiste Ramos-, gusta y fascina, es la dulzura de su voz, que produce un canto tan melodioso que atrae a todos los marineros que pasan por allí cerca. Varios han perecido ya, víctimas de sus halagadoras notas musicales; han muerto bajo las ondas y despedazados por su cola.”

El imaginativo Facundo Ramos cuenta todo esto al basarse en los relatos recogidos aquí y allá. Y nos confiesa que llegó a embarcarse dispuesto a enfrentarse al peligro que suponía el atravesarse en el camino de tan atractiva y peligrosa deidad marítima. Pero, honestamente, señala también que tuvo que regresar sin hallarla en su camino.

Aquí termina el libro y comienzo yo

¿Qué es una circasiana? Pues según el pequeño Larousse: natural de Circasia, y el diccionario de Encarta amplía que Circasia es un lugar o región que está en la Rusia europea. ¡Vaya usted a saber qué cara tienen los circasianos y las circasianas, ni cuántos de ellos vería Ramos antes de escribir sobre el asunto!

Algo que no dice el libro es que el imaginativo Facundo Ramos tira como a broma la leyenda cuando termina su narración con la anécdota de que se embarcó personalmente para encontrarla y el único canto que escuchó fue el del negro cocinero del barco que entonaba una canción de moda con estribillo de “entra guabina por la puerta de la cocina”.

Otras sirenas

Se dice que las sirenas, después de las hadas y las brujas, ocupan el siguiente lugar entre los personajes maravillosos de la literatura para niños, sobre todo en los países con costas. Para los adultos, las leyendas de sirenas se remontan a La odisea de Homero; en la literatura casi siempre se le dan características de personaje engañador, generalmente es mujer que saca al hombre del camino recto y lo lleva por laberintos de engaño, con un final catastrófico (otro de los numerosos y arcaicos tratamientos  machistas).

El mar Caribe viene a ser como el mar del olimpo americano, lleno de mitos y leyendas de Sirenas. En Cienfuegos, costa centro sur de Cuba, por ejemplo, hay una leyenda de seis indias que al zozobrar la canoa en que iban, cayeron al agua y se convirtieron en sirenas, son traviesas y en los días de tormenta asustan a los marineros que se aventuran en las aguas cercanas al castillo de Jagua.

La abundancia de manatíes que una vez hubo en los mares litorales de nuestra isla, puede ser el origen de esas leyendas, pues si bien el manatí es inmensamente feo comparado con una circasiana, amamanta a sus hijos y para eso se asoma, como para respirar, a la superficie del agua.

No pocos artistas se han inspirado en las sirenas para hacer sus obras: narrativa, pintura, cine…dieron espacio a todo tipo de sirenas, la más clásica y versionada es La Sirenita de Andersen. En Cuba, las más conocidas son las sirenitas de Portocarrero que ilustran el libro titulado Fabuloso mar de Francisco Martínez Mota; también en la poesía de creadoras como Cleva Solís y entre dibujantes populares de la escuela de Feijóo se rinde culto a la sirena.

A la entrada de la playa de Caibarién tenemos una escultura de sirena fundida en hormigón, su autor es Raúl Tabío, proyectista de las carrozas del barrio La Loma, quien contó con la ayuda de un equipo de parranderos locales y, por cierto, no logró ver nunca a la verdadera, aunque dicen que miró al mar durante los atardeceres de todo un verano.

Otras leyendas de Caibarién

La mayoría de las leyendas de Caibarién se relacionan con el mar: un cayo habitado por brujas, otro donde se escuchan voces que te llaman por tu nombre y hasta pasos, sin que se vea a nadie, mientras otras se van al entorno campesino más cercano para contarnos de la madre de agua y el guije, habitantes de los ríos de la zona de Dolores.

Ahora es pionera

Ahora es pionera

Jessica está despierta desde las seis menos cuarto, otras veces da vueltas en la cama y casi dormida se deja poner los zapatos, no es que sea una niña remolona, pero “la cama está tan suavecita”; sin embargo, hoy es diferente, quiso ponerse el uniforme temprano, dijo que la leche tenía poca azúcar, luego que estaba muy caliente…  y fue a tocar a la puerta de su mejor amiga, Ka, que aún no va a la escuela, pero quiso acompañarla.

Hoy Jessica será “grande”, aunque respecto a ayer no ha crecido ni medio milímetro, pero es que cuando le anuden alrededor del cuello esa pañoleta azul, todos sabrán que está en primero de solo mirarla… hoy dirá el lema cuando haga el saludo…Seremos como el Che.

Claro que sabe quién era el Che, la maestra se los dijo antes del ensayo de ayer: valiente, buen compañero, luchó por la libertad de Cuba…pero ella sabe mejor quién era el Che, porque lo vio en una foto con un niño en los brazos y en otra cortando caña y también jugando ajedrez, así que para Jessica ser como el Che significa algo así como querer a los demás, ser trabajadora y estudiosa; claro que podrá.

Mientras espera con la pañoleta en el brazo izquierdo y escucha el juramento, se fija en lo grande que es el parque, lo tranquilos que están todos, y de reojo ve a mami con la blusa nueva, y a Ka…siente en el pecho igual que cuando retoza con sus amigas, no entiende por qué, si está quieta…
Llegó el momento, y en eso aparece un fotógrafo, para que nunca se le olvide, dice él, pero Jessica está segura de que no ha vivido nada igual, ahora es pionera.

Sanlay Castro, la reina de las velas

Sanlay Castro, la reina de las velas

Caibarién aportó la primera mujer cubana que asiste a una olimpiada en el deporte de las velas, ella tiene 16 años de edad y se llama Sanlay...

Recuerdo aquella entrevista como si la hiciera en este momento, la muchachita con cara de ángel y voz que afirmaba la impresión, apenas respondía, conocerla desde el mismo día en que nació no me daba ventaja,  únicamente me consolaba de que su escasa locuacidad ante la grabadora no se relacionaba con mi falta de pericia profesional, sino con la enorme sencillez que mantiene seis años después, aún cuando hoy sus medallas llenan un muestrario que con amor, prepararon las mujeres de su casa.

Sanlay Castro de la Cruz tenía entonces diez u once años, desde los nueve practicaba el deporte de las velas en la academia que estaba a escasas cuadras de su hogar, otras niñas quisieron voleibol, gimnasia… pero nada las disuadió. (más)

San Juan de los Remedios, patrimonio arquitectónico

San Juan de los Remedios, patrimonio arquitectónico

Cada curso tengo el placer de aprender de los estudiantes de periodismo que realizan su etapa de práctica preprofesional en Radio Caibarién, siempre debo tutorear a alguno de ellos y en ese debate me enriquezco. A Alejandra la conozco hace dos años, es la segunda ocasión en que trabajamos juntas, es sencilla y sensible, inteligente y juiciosa, vive en la vecina ciudad de Remedios, a sólo siete kilómetros de Caibarién, me gustaría que también la conozcas y a través de su investigación a la tierra de donde se desgajaron el resto de las ciudades del centro de Cuba. (leer el artículo)

Concierto en monumento a José Martí en Caibarién

Concierto en monumento a José Martí en Caibarién

Un concierto del dúo Yanet y Quincoso, fue el homenaje de los caibarienenses este domingo, al 84 aniversario de que se inaugurara en la localidad el monumento a José Martí. (más)

La Parranda, la mayor fiesta de Caibarién

La Parranda, la mayor fiesta de Caibarién

En Caibarién, mi pedacito de Cuba, cada diciembre desde 1892 se celebra La Parranda, una fiesta tradicional llena de colorido, el pueblo se divide en dos barrios de fanáticos: La Loma y La Marina, y se compite en carrozas, fuegos artificiales. Este año serán los días 26 y 27... (más)