La madera como medio de expresión
								
				
				Sus primeros contactos con la superficie de maderas lisas o rugosas,  duras como metales o suaves como piel de muchacha, ocurrieron casi en la  infancia, el padre carpintero quiso darle un oficio y lo dotó con los  secretos necesarios para seguir la veta, aprovechar el sentido de la  fibra, “trabajar” la madera; en realidad, más que un obrero despertó un  artista en este hombre a quien todos conocen por Punti y cuyo nombre  real es Julio Cabrera Ceballos.
Nunca fue a una escuela de Arte,  ni siquiera alguien le dio las primeras luces en esto de tallar la  madera; por intuición, observación y búsqueda propia percibió las  posibilidades del material y desarrolló sus habilidades para hacer lo  mismo un mueble que un instrumento musical u objetos ornamentales.
Tan  exquisito es su trabajo que confecciona muebles a los que nadie dudaría  en calcular dos siglos de existencia; también la maternidad, los  cangrejos emblemáticos de Caibarién, elementos de la vida del campesino  como sus bueyes, imágenes de santos, se inscriben en la lista de sus  inspiraciones donde convergen la ingenuidad y el cuidado del detalle.
Julio  Cabrera Ceballos pertenece al Colectivo Plástico de Caibarién, sus  obras se han expuesto en varios salones y ha merecido por ellas diversos  reconocimientos al oficio y talento como autodidacta artesano popular.
La  exposición que se inaugura este 11 de mayo, exhibe parte de la obra de  Punti, es su primera oportunidad de mostrarse en solitario en una  galería, la “Leopoldo Romañach”, como siempre abierta a mostrar lo  diverso, con la única premisa de la calidad en la obra, ofrece su  espacio a esta nombrada Mitología cubana, compuesta de 26 piezas y abre con ella una nueva etapa en la trayectoria de quien escogió la madera como medio de expresión.
 
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