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Opinión

El futuro a la vuelta de la esquina para el libro y la lectura

El futuro a la vuelta de la esquina para el libro y la lectura

Muchos afirman que el libro tradicional desaparecerá en breve tiempo; se basan en el desarrollo vertiginoso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones; ahora se encuentra en la nube cualquier contenido y se descarga o se lee en el móvil, la tableta, el ordenador personal…Pensándolo así, será indetenible el declive de los que se hacen en papel.

Incluso la lectura como ejercicio del intelecto parece estar en riesgo porque la gente de ahora, con menos tiempo disponible, prefiere textos breve, crea su propio sistema que suprime letras y palabras o los cambia por signos de otros lenguajes; además de que se hacen multimedias y otros productos que ofrecen la historia de maneras atractivas, sin apenas leer.

Sin embargo, leí en Internet hace muy poco que colosos de los monopolios de la información y las comunicaciones NO permiten a sus hijos más de media hora diaria conectados a la red de redes, ni les proporcionan hasta la mayoría de edad lo que ellos mismos fabrican y venden. Tengo una amiga en el primer mundo que cada noche lee a sus nietos cuentos para dormir y aun en países de gran desarrollo las librerías presentan betsellers.

Quizás Cuba sea parte de los que van contracorriente y apuestan por el libro y la lectura pues la imágenes de la Ferias de la capital y la avidez con que se espera la llegada de esta al interior del país, hablan de un masivo disfrute de la literatura, que si bien se presenta en nuevos soportes, sigue siendo mayoritariamente en papel.

A mi juicio se trata de aprovechar en todas sus innegables ventajas con relación al conocimiento, lo que la tecnología nos propone; y a lo que, ciertamente, no hay manera de oponerse; a la par que en el ámbito escolar y familiar se dote a los individuos de las herramientas para una buena lectura: analítica, provechosa, interactiva, y después, este tiempo acelerado en que vivimos y los hábitos y habilidades de cada quién, harán el resto.

No importará que en breve la biblioteca quepa en un bolsillo y que el pulgar deje de humedecerse con la lengua para pasar la página, lo que deberá preservarse, por el bien de la inteligencia humana, es la capacidad de decir y contar para otros y de conocer y soñar a través de la grafía de la lengua materna. Es el futuro que ya está ahí, a la vuelta de la esquina, también para el libro y la lectura.

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Tony Ávila en concierto en Caibarién

Tony Ávila en concierto en Caibarién

(Más allá de la choza de Chicha y Chacho)

Cada 9 de enero los caibarieneses disfrutan de la actuación de trovadores invitados al Longina; a veces descargan todos ellos, liderados por la Trovuntivitis, otras, uno de los invitados asume el concierto que nos beneficia como sitio donde naciera el trovador que inmortalizó a la hermosa Longina y tierra donde descansan unidos para la eternidad la Musa y el Bardo.

En estos casi veinte años del Longina, los primeros trovadores dejaron de ser jóvenes, otros llegaron con nuevos y viejos aires, las presentaciones cambiaron de sede: frente al sitio donde antaño estuvo la casa natal de Corona, en el patio que lleva su nombre en la UNEAC o, como en este caso, frente al monumento a José Martí en el paseo del mismo nombre.

Asidua a estos homenajes que comienzan con la peregrinación de los trovadores de todo el país asistentes al Longina hasta el cementerio local y terminan con el mencionado concierto nocturno, acudí en esta edición, 2015, y me encontré de pronto entre un público algo diferente al de ocasiones anteriores.

Había corrido la voz, la emisora de radio y el canal comunitario de televisión local lo dijeron durante dos días previos: Tony Ávila, a las nueve de la noche, el nueve de enero. Y la gente agregaba, como si no lo supiéramos todos: “el de la choza de Chicha y Chacho”.

Pues, así llegamos a Tony Ávila, unos pocos conociendo buena parte de sus letras, otros muchos pidiendo la famosa choza o Timbirichi, otro éxito del momento. Y créalo, nos divertimos…pero “con sustancia”, con materia gris de por medio…desde los primeros minutos la inconformidad y la diversión se dieron la mano para bailar una guaracha.

Preocupaciones sociales relacionadas con la economía nacional, los valores o la crisis de ellos, la emigración, el amor…expresadas con retruécanos y metáforas que se prestan al juego de “entiende lo que tú quieras” como en homenaje al Guayabero, frases como saetas “directo al pulmón” y buena ejecución musical de un grupo de jóvenes a quienes Ávila se ocupó de dejar ejecutar en su tránsito del son a la canción y hasta al bossa nova. Así fue el concierto.

Créame que si bien la disfrutamos, la famosa choza no se llevó el premio de la popularidad: Tiene que haber de tó, Balsero, Nacimiento, Alunizando, fueron las preferidas y coreadas sin cansancio.

El público hizo de todo: bailó por parejas y grupos, coreó incitado por la trova inteligente,  asintió y aplaudió ideas que eran las suyas aun cuando no tuviera recursos literarios para expresarlas de tal modo, y al final nos fuimos a casa con una alegría “sabrosa”, sonrientes y ligeros, con el cerebro fresco y activo como quien acaba de hacer el amor.

Los titulares de la prensa dirán hoy: Exitoso concierto de Tony Ávila en Caibarién; la gente, por su parte, se dirá: Ese Tony Ávila tiene mucho más que la famosa choza…

Marinas en Caibarién

Marinas en Caibarién

(acercamiento a 30 años de un Salón)

El tiempo corre a una velocidad imperceptible que solo se nos hace evidente, a veces aplastante, pasados los años. De pronto, este reciente diciembre, tropecé con que el Salón Marinas de Caibarién llegaba a sus treinta. Por cierto, de pronto me sorprende que con bastante frecuencia últimamente le suprimen la s, marca de plural, y lo llaman Marina, en inocente traición a su nombre original.

Pero, digresiones lingüísticas aparte, el asunto está en que el más antiguo salón de las artes visuales en Villa Clara, que honra a Leopoldo Romañach, aquel que inmortalizó con su pincel nuestros paisajes marinos, sobrevivió a todo tipo de avatares “contra viento y marea”.

Recuerdo a sus fundadores: un grupo de entonces muy jóvenes artistas locales con una galería recién nacida, empeñados en revivir el Colectivo Plástico, dispuestos a escuchar al maestro Clotildo Rodríguez, ávidos de aprovechar el espacio y las circunstancias favorables al quehacer plástico. Nombres como Arnaldo, Gazapo, Fernando, Domingo, Mellita… y otros que pierdo en el tiempo, forman la lista de aquellos.

Salón Marina 2011 (archivo cntv)Llegó el llamado período especial y las privaciones fueron extremas, pero el Marinas resistió; marcharon a otros lares algunos de sus fundadores y el Marinas sobrevivió; tuvo ediciones catárticas por trabas en la organización, censura, carencias, falta de rigor en la admisión…pero siguió allí cada diciembre aun cuando la Semana de Cultura en Caibarién que lo tenía como evento principal, se fue a otra fecha.

Al cabo de treinta años sobre todo me admira el gran empecinamiento por mantenerlo, contagioso, hereditario…bendita “enfermedad” en bien del Arte que lo trajo hasta hoy.

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¡Hagan algo por los niños!

Quisiera escribir hoy sobre los niños cubanos, hablar de la protección que reciben en salud, educación, de su acceso libre y gratuito a los deportes, del Código de Familia y otras leyes, de tantos instructores de Arte

Trabajo infantil…pero tú, ¿Pedrito? llenas de dolor mi prosa…¿cómo puede ser, pequeño, si tienes a lo sumo cuatro años?¿Qué sociedad brutal no puede proteger a niños como tú? Sobre tus pequeños brazos cargas ladrillos que yo solo alzaría de uno en uno; ni siquiera tienes zapatos…a esta misma hora, Javi, uno de mis amores, de tu misma edad, canta La vaca Lola con la "seño" y sus amiguitos en la guardería infantil, no ha cargado nunca más que un balón para su juego.

De la fuerza que da la inocencia tendrá que hablarse un día, porque cómo se explica que aún ¿Amanda? tenga un perrito con quien retoce en las mañanas y comparta el mendrugo de la tarde. A esta hora tú, ¿Albertico? aún sacas fuerzas para llevar en brazos y besar suavemente a tu hermanita, florecilla mustia de hambre y sed.

niños

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero, no cesan mis asombros, o peor, mis vergüenzas por lo que en el Mundo se le hace a los niños, aquí está ¿Damián? armado como un ranger; posiblemente mate, y de seguro será muerto, quizás ya lo esté.

niños armadosNada hace el Mundo con tenerles un Día, para que los políticos hagan discursos y algunas damas donen limosnas con lo que les sobra. Por todos los Pedrito, Amanda, Albertico, Damián,  ha de hacerse de veras, no podrá haber soluciones pequeñas porque el problema de los niños es enorme y vergonzoso.

Día Mundial de la Infancia, está bien que alguien propusiera tenerlos en cuenta hoy para alertar sobre su importancia, ellos son nuestro futuro, nuestra permanencia como especie, ellos salvarán al planeta; los míos, aquí a mi vera, juegan despreocupados, opinan sobre un animado, dibujan en el pavimento, acarician a un animal…no tienen costosas diversiones, pero su inocencia está a salvo; sin embargo, estoy triste y deseo que hoy millones en toda la Tierra derramen una lágrima…y hagan algo por los niños.

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Televisión en Caibarién, con mirada propia

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Nunca antes sintieron tanta ansiedad, o sí, algunos de ellos con más edad experimentaron muy pocas veces ese latir intenso del corazón, el sudor en las manos… Tony, el administrador, solo recuerda una emoción comparable cuando nació su primera hija y aquella vez que entregó su testimonio al concurso de Casa de las Américas…Mary, la directora, anda segura entre todos, hace preguntas breves en un tono medio de voz, tal parece que hubiera inaugurado otros telecentros antes, pero quien la observa bien nota que las manos le tiemblan muy ligeramente…y así, cada uno de ellos; pero nadie más que Losman, él debe mover el botón más importante de las historia de los medios en Caibarién (al menos eso siente), abrirá un canal del swicher para que la transmisión salga al aire…por primera vez en la historia haremos nuestra propia televisión. Antes seleccionamos nuestro nombre con el concurso de todos, fue Robertico, el periodista, quien propuso el sonoro Centro Norte TV, lleno de intertextos.

Son las 5.30 de la tarde del 30 de abril de 2005, en el vestíbulo del edificio de dos plantas se congregan vecinos, constructores, curiosos y trabajadores de servicios: un televisor es el centro…en la planta alta otro aparato trasmitirá la imagen y el sonido para invitados, directivos, prensa y autoridades del municipio, cada quien pudo verlo en casa, pero juntos es mejor; todo está a punto cuando sale el Himno Nacional con las primeras imágenes: los soldados que portan la bandera, la doctora, los niños; de inmediato el editorial en voz e imagen de Yoel Betancourt, joven, tanto que hubo que recomendarle algunos cambios para hacerlo parecer un hombre y no un chiquillo: “ …vernos con mirada propia…” ¡Y comenzó esta nueva etapa de la extensa historia de los medios en Caibarién!

Vivirla intensamente ha sido una aventura que nadie se quiso perder, con aciertos, equivocaciones, y hasta “meteduras de pata” como para no olvidar; pero siempre entre todos, donde lo mismo la maquillista hace cámara que el camarógrafo es editor y el administrador gana un concurso por un mensaje de bien público.

Han pasado nueve años y cada aniversario fue una fiesta de pueblo, con galas organizadas por los propios artistas y técnicos del canal, en este tiempo los caibarienenses prestaron sus casas como sets para diversos programas, los organismos y entidades aportaron cuanto se les solicitó, desde un juego de tazas hasta los elementos para una mesa de escenografía; la técnica se deterioró pero las transmisiones jamás se detuvieron, es más, casi nunca el público lo notó.

Historias de todo tipo cuenta esta gente que aprendió televisión sobre la marcha, como aquel programa en vivo dedicado al primer aniversario donde sentaron a tres gorditos en el juego de mimbre prestado y el sofá traqueó públicamente, o la directora que pidió al camarógrafo: “hazle un zoom para oirlo mejor” o aquella vez que filmaron en el mar la historia para la gala del aniversario y el locutor se creyó pirata de verdad, y el día que se quemó la bombilla en medio de la transmisión y aquel…y el otro…

Unos se han ido, otros permanecen, regresaron varios, llegaron nuevos; pero el canal de Caibarién sigue siendo de todos y en este noveno aniversario aún despierta en muchos ese latir intenso del corazón, el sudor en las manos y la intensa emoción de hacerlo por nosotros mismos.

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Como me gusta hablar español

Como me gusta hablar español

23 de abril por el buen uso del castellano

El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. A nivel internacional es promulgado por la UNESCO la cual lo hizo por primera vez en mil novecientos noventa y cinco. Se celebra cada veintitrés de abril desde mil novecientos noventa y seis en varios países, actualmente son más de un centenar.

En varios países de lengua española, como Cuba, se celebra este día como el Día del Idioma, diferente del Día Internacional de la lengua materna celebrado en varios países el veintiuno de febrero.

El día 23 de abril fue elegido como Día Internacional del Libro, pues coincide con el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616. La Unión Internacional de Editores propuso esta fecha a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. La Conferencia General de la Unesco la aprobó en París el 15 de noviembre de 1968, por lo que a partir de dicha fecha el 23 de abril es el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor".

Un 23 de abril, pero de 1978, nuestra insigne poetisa Dulce María Loynaz  hablaba del idioma español. Lo comparaba con un río:

Así como tantas veces el río al nacer sólo parece una madeja  de hilos de agua y luego el agua va creciendo, nutriéndose de nuevas aguas, las que se precipitan en las lluvias,  las que descienden de las nevadas cumbres o la embocan en su trayecto de afluentes  hasta convertirse en cadenciosa masa líquida, así nuestro caudaloso idioma,  pasó por la maravilla de la naturaleza, sólo que la pasó,  a través del hombre.

¡Qué difícil es hablar español!

Dos jóvenes músicos colombianos, dos guitarras y una canción sobre el idioma español se convirtieron en el 2012 en todo un éxito en las redes sociales y han dado la vuelta al mundo. El vídeo de la canción “Qué difícil es hablar el español” colgado por estos dos hermanos en Youtube en poco más de 10 días, fue visto por más de 2 millones de personas.

La canción cuenta de una manera muy divertida lo difícil que es aprender el español a través de la historia de un estudiante que quiere aprenderlo, ya que, según el país hispanohablante en el que te encuentres las palabras cambian de significado. Así lo que tiene un significado en España, puede tener otro muy diferente en México, Venezuela,  Argentina o Cuba.

Pero lo que comenzó como un vídeo gracioso se ha convertido para muchos en un homenaje al idioma español y a su gran riqueza y diversidad cultural. Los autores dicen en la presentación de su vídeo “Dedicado a todos los hermanos en Latinoamerica y España, y a toda la comunidad hispanoparlante, la diversidad cultural, la riqueza del lenguaje y las personas que intentaron hablar español alguna vez y no lo lograron”.



laalmohadadelucasEl español cubano

Por cierto, los cubanos tenemos nuestros aportes al español, como todas las comunidades hispanoparlantes del planeta, en nuestro caso se relaciona en buena medida con los cambios sociales producidos a partir de 1959. Al surgir la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, por sus siglas ANAP, surgieron los analistas que son los asociados a dicha organización; de igual modo, a los trabajadores privados en este país donde la mayor parte de la propiedad es social y generalmente  se trabaja “para el Estado”, se les llamó trabajadores por cuenta propia o “cuentapropistas”, y así pudiera hacer una enorme lista en la que de seguro faltarían términos aún cuando quisiera hacer un trabajo muy completo. Asunto de norma, dicen los catedráticos.

Háblame del mar, marinero

Caibarién ya no es una aldea de pescadores, término que se estableció en el siglo XX para designar a esta pequeña ciudad de la costa norte central de Cuba; ahora el turismo es su más notable fuente de empleo y le siguen las industrias que apoyan el desarrollo turístico.

Sin embargo, la relación con el mar sigue siendo factor esencial en la identidad caibarienense, ya sea como fuente de alimentación, inspiración para artistas o por la incorporación de palabras de la jerga marinera al habla cotidiana, independientemente de profesión, nivel cultural o edad.

Desde el mismo gentilicio que nos identifica: cangrejeros,  comenzamos a usar términos marineros que solo en este entorno tienen su pleno significado. Y a partir de allí pudiera enumerar frases solo nuestras a las que mis coterráneos agregarían un sin número de otras:

Tiene una pila de chapines (tiene muchos hijos, alude a pequeña embarcación llamada chapín).

Tiene el culo vira´o pa´l muelle (que está de mal humor).

Rema que aquí no pican (ya no da fruto lo que se hace).

Tiene tremendas pulpetas  (se refiere al tejido graso que se acumula a los lados de la cintura y recuerda un plato típico de Caibarién llamado pulpeta que se hace con el pez macabí y tiene forma de tubo).

Parece un caguamo o caguama (para quien tiene la espalda encorvada o mal cuerpo).

Tiene tremenda guasa (para alguien con la boca muy grande, recuerda la leyenda de La Guasa del Pontón, un enorme pez en un barco mielero anclado en alta mar).

Boca de jamo (boca grande).

Bemba de chopa (labios sobresalientes).

Entre los más jóvenes que practican el deporte de las Velas en la Academia provincial situada en Caibarién, pueden escucharse frases como estas:

Está partí´a por la borda mirando pa´cá (se refiere a una posición donde se dobla el torso hacia atrás para mantener el equilibrio del barco en el deporte de las Velas, quien se parte por la borda, se inclina mucho para mirar con interés a alguien).

Le voy a rajar la tabla (se refiere a la tabla mistral, significa tener relaciones sexuales).

Ese es solo el comienzo de una lista que pudiera incrementarse si vamos a los apodos, pues estos abarcan a familias completas hasta el punto de no ser conocidas por sus apellidos reales, fenómeno que el escritor Rogelio Menéndez Gallo  recogió en un artículo titulado El pueblo de los nombretes. Langosta, Jaiba, Mojarrita, Tiburones, Cangrejones, Levisa, son solo algunos de esos motes o apodos.

De manera que nacer en esta orilla de la isla, aún cuando nunca se haya tenido la pesca como forma de sustento, y cuando ya son pocos los pescadores, nos hace conocer el lenguaje marinero y usarlo como propio.

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Libros para niños, asunto de grandes...

Libros para niños, asunto de grandes...

Libros para niños, asunto de grandes...

Sería ingenuo pensar que escribir para niños y jóvenes es más fácil; sin embargo, muchos caen en el error de considerar que la historia de una mascota o un niño “bueno” y otro “malo”, el uso de algunos diminutivos y que siempre haya una enseñanza,  son las claves para hacer literatura destinada a esos grupos.  Nada más absurdo, quien asuma de ese modo la escritura para ellos está destinado al fracaso. Deberá comenzarse por saber que solo el ingenio, la calidad de la idea y el correcto uso del lenguaje pueden ganarse al público infantil y juvenil para una obra literaria.

En el Día Mundial del Libro Infantil y Juvenil cabría preguntarse si es adecuada la promoción de los títulos para esas edades que se hace en todas partes del mundo, especialmente en nuestro ámbito de influencia, y con juicio crítico acercarnos a lo más reciente publicado. Sin que me ciegue la pasión, creo vivir en uno de los países donde mayores esfuerzos se hacen por proporcionar buenas lecturas y formar el hábito de ellas en los nuevos coterráneos.

Cuba edita cada año centenares de títulos y miles de ejemplares para niños y jóvenes, y exige en ellos el uso de la inteligencia y el cultivo de ella; la más reciente Feria Internacional del Libro estuvo dedicada a alguien que constituye paradigma en el respeto a los de menos edad, Nersys Felipe, autora de libros emblemáticos como Cuentos de Guane y Román Elé. Y además de la Editorial Gente Nueva que se especializa en este tipo de Literatura y ha publicado anualmente, sobre todo en la última década, entre uno y dos millones de ejemplares de un plan de unos cien títulos promedio; otras casas editoras también le dedican espacio al libro infantil y juvenil.                      

El bajo precio de los libros, que son subsidiados estatalmente, posibilita que el público en general —y el infantil en particular— acceda de manera libre y espontánea a la compra de miles de ejemplares lo cual potencia aún más la lectura.

Trayendo el tema al plano local, Caibarién, ciudad de 38 mil habitantes, situada en la costa norte del centro de Cuba, no ha producido muchos escritores para niños y jóvenes, salvo Hilda de Oráa, quien volcó sus dotes literarias y pedagógicas en bien de niños y adolescentes y quedó en la memoria de los lectores con obras que se atesoran hoy en numerosas bibliotecas públicas y escolares.

En cambio, la localidad posee un sólido trabajo de promoción de la lectura auspiciado por la red de bibliotecas escolares y la biblioteca pública, que auspician eventos y fomentan el gusto por la literatura en los caibarienenses de menor edad. La feria local del libro es el momento cumbre, pero no el único para intercambiar y promover.

Aún en tiempos de videojuegos y en medio de una avalancha de tecnología, los caibarienenses, como cubanos, seguimos apostando por la magia de la lectura e insistimos en transmitir esa pasión a nuestros más nuevos coterráneos.

La Feria siempre es una fiesta

Circular entre los puntos de venta, descubrir, manosear, escoger, confrontar y comprar, son las seducciones esenciales en cualquier feria del libro.

No importa que protestemos cada año porque a Caibarién no llegan los títulos fundamentales ni siquiera de los autores a quienes se dedica la Feria Internacional del Libro, ni que al siguiente nos defrauden de nuevo con la misma falta de consideración por los lectores de “tierra adentro”, (en nuestro caso “tierra a orillas” por estar en la costa norte del centro de Cuba). Aún así, vamos a la miniferia que se nos oferta llenos de esperanzas, y regresamos de ella con más o menos libros de acuerdo al bolsillo, pero siempre felices como quien acaba de nadar en agua fresca.

Hay quien busca títulos que enriquezcan su labor profesional, otros seleccionan pura recreación, unos terceros compran los más caros o de temáticas indescifrables solo para presumir; pero los más nos “engolosinamos” con este, y aquel, y el de más allá y nos avisamos… mira, este está buenísimo…apúrate que se están terminando…y se nos pasan las horas de un puesto a otro.

Porque la feria del libro (recuerdo: miniferia en Caibarién) alimenta la solidaridad entre los lectores, aquí le compramos a nuestros mejores amigos un regalo especial, y también recibimos ese que parece único de alguien que nos quiere bien, y dejamos apartado para el colega…mire, si viene un gordito, con un camisa verde…; claro que en las grandes ferias difícilmente coinciden tantos amigos como en esta que tiene por plaza el parque central donde cabemos todos y a la vez nos encontramos con solo pasear la mirada. Desde algún teléfono cercano puede llamarse a los morosos o consultar…mami, si me gasto todo el dinero ¿tú me prestas hasta el cobro?...

No vino Con dos que se quieran…no trajeron este o aquel…son las quejas; pero nadie me diga que se fue con las manos vacías, lo que no se vendió en Santa Clara se agota aquí como pan caliente, y el fatalismo geográfico no puede con nosotros, los fanáticos lectores de este pedacito de costa, los que todavía preferimos hojear en tiempos digitales, aún cuando reconozcamos la magia de las TICs; para nosotros la feria siempre es una fiesta.

Desde Caibarién: pensar a Martí

Desde Caibarién: pensar a Martí

Pensar a Martí, desentrañar sus mitos y misterios, reinterpretar palabras que escribiera en circunstancias azarosas o momentos sublimes, hacerlo real, saber por qué le quisieron o traicionaron, comprender sus sentimientos…han sido constantes en un evento que por casi veinte años reúne a caibarienenses de todas las edades, niveles escolares, ocupaciones y preferencias.

Si bien nunca fue selectivo, la propia esencia de su manera de acercarse al Maestro, marcó que el Taller Martiano de la Biblioteca Municipal Antonio Arias García, no fuera masivo, eso lo distanció e hizo mejor respecto a maratones formales donde algunos repetían sin comprensión real lo que alguien antes llevó a los libros.

Pero, solo quien no hubiera estado en alguna de sus ediciones podría creer que tal profundidad lo hiciera elitista, nada mejor que ver a un grupo de pioneros de la enseñanza primaria educados en el amor a la naturaleza con una esencia profundamente martiana, exponer ante los talleristas, y al profesor de lenguas extranjeras que exploró los consejos de Martí acerca de ese tipo de enseñanza, o la historiadora siempre atenta al papel de las mujeres en la vida del Apóstol: su madre, sus hermanas, sus novias, la esposa, María, Carmen.

En el sobrio espacio de la biblioteca local, no faltó cada año hasta hoy, junto a la imagen de José Martí, el ramo de rosas blancas en un recipiente de agua clara, “para que el vaso no fuera más que la flor”; allí, como en sagrado recinto, cada diecinueve de mayo revivió el hombre, el patriota, el padre, el amigo, el enamorado y también el periodista, el pedagogo, el diplomático.

Hace casi dos décadas, llenos de agobios materiales, un grupo de caibarienenses apostaron por la elevación en los sentimientos, Martí contenía todas las claves para entender la vocación de servicio a la humanidad, el alma por encima de lo impuro, la entrega a una causa sin pedir nada a cambio.

Desde entonces, cada aniversario de su entrada a la gloria es un nuevo acicate para mejorarnos a partir de la visión individual que aportan cubanos sin academia, gente de a pie, que asumen desde sus perspectivas personales la prédica y la obra del cubano inmenso y la convierten en práctica cotidiana, ejemplo de lo que significa ser “profunda y convencidamente martianos”.

31 de marzo, Día del Libro Cubano

Día del Libro CubanoPublicado en cmhw por AIN

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, primer libro publicado por la Imprenta Nacional de Cuba, inició los esfuerzos por llevar la lectura a todos los hogares del país.


Creada el 31 de marzo de 1959, a sugerencia del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, el nacimiento de esta institución marca la fecha en que se celebra el Día del Libro Cubano, efeméride propicia para festejar los logros del sistema editorial en la Isla.

Después del clásico de Miguel de Cervantes llegarían a las librerías obras de autores universales como Pablo Neruda, Rubén Darío y Nicolás Guillén, junto a la ininterrumpida labor de imprimir folletos y textos destinados a la alfabetización de gran número de personas iletradas, a causa del excluyente sistema educacional vigente hasta el momento.

La idea era producir ejemplares que por su costo reducido y la masividad en las tiradas pudieran estar al alcance de las grandes masas populares.

Del Quijote solamente se imprimieron en aquella ocasión 400 mil libros, a la venta al módico precio de 25 centavos.

Por esa razón y como homenaje a la creación de la Imprenta Nacional, a partir de 1981 se celebra en la última jornada de marzo el Día del Libro Cubano.

Mucho se ha realizado desde el año inicial de la Revolución hasta esta fecha, cuando además fueron creados importantes premios literarios que contribuyeron al crecimiento de las editoriales cubanas y se amplió el número de sellos nacionales, a los que más tarde se unieron las casas editoras provinciales.

Las Ferias del Libro y otras festividades relacionadas con los textos y la lectura han llevado a todos los rincones, ya sea en ciudades o zonas rurales, la palabra de escritores cubanos y extranjeros, quienes visitan el país en busca de experiencias diferentes en estos sucesos culturales.

A la altura de la segunda década del siglo XXI todavía el sistema editorial cubano enfrenta nuevos retos: disminuir los costos de los ejemplares y ajustarse a las tecnologías que han invadido el mercado y sustituido el papel por los bits.

Un homenaje sencillo y sensible como Quirino

Un homenaje sencillo y sensible como Quirino

Hace apenas una semana participé en lo que pudiera calificarse como el mejor homenaje a Quirino Hernández Hernández, periodista caibarienense cuyo centenario se cumplió en este 2012.

Del programa inicial concebido por el Licenciado Juan Francisco de la Paz y otros trabajadores del sector de la cultura en Caibarién para conmemorar el aniversario, pudieron desarrollarse de forma institucional algunas actividades, otras quedaron en el olvido o no alcanzaron el nivel organizativo que merecía el fundador de las dos más relevantes revistas de la Villa Blanca a lo largo de toda su historia periodística.

Sin embargo, esta, del 23 de noviembre, una especie de tertulia organizada de conjunto por la sectorial de Cultura en Caibarién y la Iglesia Católica, volvió a demostrar que no hacen falta recursos sino empeño y constancia para animar el centro histórico de la ciudad, habitualmente demasiado tranquilo salvo que acontezcan festejos populares o alguna fecha especial.

El inicialmente nombrado Café Literario, luego Café Aroma por cuestiones técnicas, ofreció su mobiliario y servicios para que en un ambiente sobrio y respetuoso, el hijo Lázaro y el nieto Ernesto, recordaran a Quirino Hernández Hernández como constante investigador, amigo de grandes escritores cubanos,  estudioso autodidacta y amoroso progrenitor.

Por su parte, de entre los presentes, periodistas que le conocieron o cuya obra se ha encaminado a seguir de algún modo aquel ejemplo fundacional, contaron sus motivaciones; mientras una pequeña agrupación de jóvenes soneros hacía los intermedios en la charla.

El padre José Manuel, cura de la iglesia parroquial, honró con su presencia el homenaje donde también pudieron apreciarse documentos y fotos del fundador de Archipiélago y Rumbos Nuevos.

Durante poco más de una hora se fueron sumando caibarienenses curiosos que permanecieron junto a los inicialmente invitados para marcharnos a casa con el saldo de haber aprendido sobre la riquísima historia local en un homenaje sencillo y sensible como fuera el propio Quirino Hernández.

Una geografía de nuestra lengua materna

Una geografía de nuestra lengua materna

(tomado de cmhw)

Cada 23 de abril los hispanohablantes celebran el Día Mundial del Idioma Español. Más de 450 millones de personas se comunican en la actualidad a través de las diferentes variantes de la lengua de Cervantes.

 

Cuba, por supuesto, no escapa a esa inclusión. También como sucede en muchos países hispánicos y del mundo en general, cada región utiliza un modo distinto de hablar y hasta de entonar las frases.

Desde hace años, el Instituto de Literatura y Lingüística José Antonio Portuondo Valdor dedica uno de sus proyectos a conformar el ambicioso Atlas Lingüístico de esta Isla, donde un grupo de especialistas trata de cartografiar en 3000 mapas las posibles variaciones de nuestra lengua materna.

La Jefa de Elaboración del Atlas Lingüístico, Lourdes Montero explica que se necesitó utilizar en esa investigación a la geografía lingüística, metodología que data del siglo XIX y que llega hasta nuestros días.

“Esta metodología se propone reflejar en el espacio la variación de la lengua. Es cartografiar en mapas todas las formas lingüísticas relacionadas con la pronunciación, con el vocabulario y con la gramática; es decir, que en vez de reflejar estos mapas el medio físico, lo que van a reflejar son las formas en usos del lenguaje”.

Pero, ¿Cómo funciona esa metodología? y ¿Cuáles son los pasos para realizar ese atlas? Según Montero, el proyecto contó durante su elaboración de tres etapas: recolección de material, cartografiado de la realidad lingüística y la interpretación de ese mismo cartografiado.

Para la primera fase de conformación del atlas, su jefa principal recuerda que hubo que realizar un cuestionario a personas de 83 localidades distribuidas en las diferentes provincias cubanas, a partir de una serie de preguntas relacionadas con el vocabulario, con la gramática y con la pronunciación.

Los atlas más novedosos, señala Montero, trabajan hasta con la entonación, la cual también cambia según la zona en que se esté. Asimismo, otra buena parte de las preguntas fue dirigida a indagar por aquellas voces o palabras que los investigadores saben que varían en el territorio nacional.

Para ello, los lingüistas se nutrieron de toda la información recopilada en los diccionarios, pues en Cuba existe una gran tradición lexicográfica. Nuestra Isla posee muchos diccionarios que se remontan al siglo XIX y que recogen las voces regionales como es el de Esteban Pichardo. También en el XX, tenemos el de Rodríguez Herrera, donde se actualizan muchísimas voces partiendo del diccionario anterior ya mencionado.

“Si esas voces que en la primera mitad del siglo pasado y algunas que datan del XIX se decían que variaban, esto nos prepara el camino para preguntarnos ¿Qué es lo que está pasando? Sabemos que la lengua es un organismo vivo, que va cambiando en la medida en que la sociedad va transformándose y que nosotros nos vamos superando. De igual modo esa lengua cambia en proporción a la forma en que nos relacionamos con otros hablantes. Y, por tanto, hay algunos usos que pueden ser modificados, que pueden mantenerse vigentes o que sencillamente son olvidados; y un atlas debe reflejar eso”.

Para la elaboración del atlas también se necesitó contar con datos que ofrecieron los propios hablantes acerca de cómo una palabra es conocida en una región u otra, con lo que se completaron las interrogantes.

El proyecto del atlas cubano cuenta con un cuestionario bastante extenso, de casi 2500 preguntas léxicas que están enfocadas a recoger la variación del vocabulario.

El atlas posee además, otras 250 que van dirigidas a buscar las divergencias de la pronunciación, así como otras 300 que intentan hallar la diferencia desde el punto de vista gramatical. Todas ellas aplicadas en distintas zonas del país.

“Las localidades seleccionadas debían de contar con el asentamiento, al menos, de cuatro generaciones, pues mientras más antiguo el lugar, mejor. También se necesitaba que estuvieran esas zonas caracterizadas por poseer cierta estabilidad, y que fueran representativas del lugar. Para ello nos hicieron falta todos los datos que nos proporcionaron los informantes y los censos de población. En el caso de Oriente fuimos, por ejemplo, a Patana Arriba, es decir que visitamos lugares que tenían una historia construida a partir de sus propios hablantes.”

Día del idioma españolMontero nos comenta que en el caso del atlas lingüístico los investigadores se centraron en la recopilación de las formas de hablar del campesinado, porque las zonas rurales tienden a urbanizarse a partir de sus reagrupaciones en cooperativas.

Entonces, por esa tendencia que apunta a la disminución de esas zonas rurales es que fueron trabajadas; sólo así se podía dejar, al menos, una impronta de esa manera de hablar del siglo XX, en la década del 90.

Sin embargo, Lourdes Montero subraya que si un atlas pretende actualizar la forma de hablar debería centrar su atención en los lugares urbanos, porque más del 80% de la población cubana habita en las ciudades donde se dan los fenómenos demo-sociales más importantes como la emigración.

Para el 2013 se prevé la publicación digital del Atlas Lingüístico de Cuba que constará de 3000 mapas, pues el propio desarrollo de la tecnología lo posibilitará.

Actualmente están ya cartografiados sólo tres volúmenes de léxicos. Sin duda este proyecto será de un gran aporte al campo de la docencia y a la historia de la lengua. Hablar correctamente, despojados de vicios y deformaciones del lenguaje será siempre la mejor opción.

José Martí en la Historia de Caibarién

José Martí en la Historia de Caibarién

Por: Máximo Luz

La relación entre la vida y obra de José Martí con  la historia  local de Caibarién  es un tema que desde hace algún tiempo estoy por investigar,  existen algunos apuntes y trabajos de otros investigadores  que de una forma u otra tratan esta problemática, pero no es sistemática y aparecen de manera general algunos aspectos muy dispersos y en otros casos casi olvidados.

Es por ello que en estas líneas  pretendo  acercarme a esta problemática  con el objetivo de  reconstruir este importante aspecto de la historia de Caibarién. 

Es cierto que la grandeza de la obra del más universal de los cubanos  lo acerca a  cada uno de los rincones de la isla, pero en la historia de la localidad existen algunas figuras que sostuvieron importantes contactos con José Martí, de forma tal que lo acercan a nuestra patria chica.
Para referirme a este  aspecto  voy a comenzar por recordar la figura de  Enrique Belisario Someillán, un  hijo de Caibarién que sostuvo  varios contactos en Estados Unidos con José Martí y contribuyó con la organización de la guerra de 1895.

Someillán, nació en Caibarién el 3 de abril de 1856 y desde pequeño demostró sus ideas independentistas, y así lo expresó al producirse el  levantamiento de Las Villas, el  7  de febrero de 1869   en Manicaragua.

En aquel momento Someillán, solo  tenía 13  años y a pocos días de estar  la Región Central incorporada a la guerra, este adolescente se manifestó  públicamente,  a favor de las aspiraciones  del pueblo de Cuba   de ser libre,  y en respaldo al   Ejercito Libertador.  
Estas manifestaciones provocaron que fuera  perseguido y detenido  por las autoridades españolas, se vio obligado a emigrar a los Estado Unidos.

Desde su llegada a ese  país se vinculó a los cubanos que desde allá apoyaban  la Guerra de Independencia.

Casa natal de Someillán en CaibariénEn  1891   regresó a La Habana en misión religiosa, permaneció   vigilado por las autoridades españolas hasta  1894  en que regresa a los Estados Unidos.

En sus Obras Completas, José Martí reconoce los contactos que sostuvo con Enrique Belisario Someillán, a quien por su facilidad de expresión Martí le asignó la misión de buscar apoyo logístico para la nueva contienda de 1895.

Esta tarea fue cumplida por el caibarienense que  logró crear en su vivienda una  cocina económica  que por mucho tiempo brindó  ayuda a aquellos cubanos  emigrados que llegaban a ese país sin dinero y sin trabajo. Además acopió medicamentos, víveres y armamento, para la guerra necesaria.             

Enrique Belisario Someillán, falleció en   La Habana el 14  de  marzo de 1928 y en reconocimiento a toda la labor revolucionaria y  méritos alcanzados como patriota, el ayuntamiento del Caibarién colocó  el 10  de octubre de 1928,  una tarja  de bronce en  el frente de su  casa natal, ubicada en la Avenida 9  entre las  calles 12 Y 14 en Caibarién,   exactamente en el lugar donde hasta hace poco radicó  la Facultad  Obrero Campesina, José Martí   y hoy está  el policlínico Leandro Figueroa.

Para continuar indagando sobre los vinculo de José Martí con hechos y figuras de la historia de Caibarién, quiero recordar la relación que existió entre José Martí y el polaco Carlos Roloff,  todos estamos claros que su origen es polaco, pero su incorporación al Ejercito Libertador, fue desde Caibarién.

Carlos Roloff,  llegó  a Caibarién enviado por la casa Bishop, con sede en Nueva York, para trabajar como tenedor de libros en sus almacenes en esta ciudad,  ya para esa época Roloff tenía la experiencia de haber participado en la Guerra de Secesión  antiesclavista (1861 a 1865), donde  alcanzó  el grado de Oficial de Artillería.

En Caibarién  conoció a los revolucionarios cubanos que se encontraban conspirando contra el gobierno español. Rápidamente se vinculó a la sociedad criolla. Y el  6 de febrero de 1869, partió  desde  de    Caibarién con el objetivo de incorporarse al Ejercito Libertador, recordemos  que el 7  de febrero,  ocurre el levantamiento de Las Villas en Manicaragua., en el cual el participa.

Por  su experiencia militar fue nombrado desde el primer momento mayor general del Ejército Libertador.

Numerosos fueron los combates en que participó Roloff en la llamada guerra grande. Entre los más significativos se encuentran los de Santo Domingo, Las Cuevas y Nuevas Jobosí.
Al firmarse el pacto del Zanjón, las fuerzas y tropas villareñas se encontraban más fuertes que nunca, habían batido en sucesivos combates a las mejores unidades del ejército español en el territorio. 

Roloff en el museo de CaibariénCarlos Roloff fue uno de los pocos jefes villareños que no aceptó el pacto del Zanjón.  
El propio Serafín Sánchez recuerda en su diario de operaciones "… Roloff fue intransigente y no lo aceptó, enviando mensajes sucesivos a la provincia de Oriente para saber si todavía se combatía pero sin obtener respuesta,  trató entonces de reunir las tropas en un solo frente para continuar la lucha, pero todo fue inútil …”

En el exilio junto a Calixto García fundó el Comité Revolucionario Cubano, ocupó el cargo de tesorero y secretario de esa organización. Trató de embarcar hacia Cuba para participar en la Guerra Chiquita, pero todos los intentos fracasaron y la guerra duró poco.

Participa junto a José Martí en los preparativos de la guerra del 95 y al constituirse el Partido Revolucionario Cubano, Roloff ocupó la presidencia del Partido en Tampa,  siendo el primero en firmar "El comunicado de apoyo de los Generales del sesenta y ocho ", a los lineamientos del Partido recién fundado por José Martí.

No cabe duda de que la confianza que llegó a tener José Martí en Roloff fue grande y lo reflejó cuando dijo de él: “el vehemente y fiel polaco, el cubano indomable y fidelísimo que trajo a la guerra de la libertad, la guerra de un país donde él no había nacido, su juventud y su fortuna".
Correspondió a Roloff traer a Cuba la primera expedición organizada por el Partido Revolucionario Cubano en  1895   que desembarcó por Tunas de Zaza.

Carlos Roloff, cumpliendo instrucciones, en 1896 partió  de Cuba con destino a Estados Unidos y trajo semanas después a las costas de Oriente, otra valiosa expedición. En Estados Unidos estuvo preso acusado de organizar expediciones y al quedar libre organiza una nueva expedición que arribó al puerto de Banes y que entregó al General Calixto García.

Terminada la guerra en  1898, no fue de los que se plegaron a los yanquis, negándose a entregar el gobierno interventor las listas del Ejército Libertador.

Más tarde fue Tesorero General de la República, responsabilidad eminentemente técnica, que desempeñó con  honestidad  en el manejo de la divisa y otros valores monetarios del país.
Entre los objetos que se atesoran en el Museo Municipal “Maria Escobar Laredo” de Caibarién,  esta  el sable de este valeroso mambí. 

Otro de los vínculos de la historia local con la vida y obra de José Martí fue la creación  y funcionamiento de los Clubes Revolucionarios, orientación dada por Martí desde el Partido Revolucionario Cubano.

Estas organizaciones contribuyeron con los aseguramientos de las tropas mambisas  en la manigua y con la información de inteligencia y en Caibarién se  destacaron  las figuras de la Coronela Maria Escobar Laredo y el maestro  Abelardo Figueroa.

No podemos olvidar que desde el 7 de marzo 1926  Caibarién atesora  uno de los más hermosos monumentos  dedicados a la figura de José Martí que se ha convertido para los vecinos de la Villa Blanca en sitio de homenaje permanente al maestro.

Monumento a José Martí en CaibariénEste conjunto monumental construido  en mármol de Carrara por escultor italiano Ettore Salvatore,  tiene una altura de 6. 20 metros  y 4.04 metros de ancho por 4. 85 metros de profundidad,  es en forma de pirámide escalonada de base  cuadrada, en la parte superior se encuentra situada  una estatua  de mujer símbolo de libertad, encima una segunda pirámide de aristas curvas sobre el cual descansa el pedestal que sostiene la estatua del José Martí.

De ahí que si bien José Martí nunca visitó esta pequeña ciudad de la costa norte del centro cubano, pueda afirmar como una colega que Martí  estuvo en Caibarién.  

Caibarién cumple 179 años

Caibarién cumple 179 años

Este 26 de octubre, Caibarién cumple 179 años de fundada, este es nuestro homenaje.

Querida patria, no sé por qué misterio quienes nacen en tu seno te aman para siempre, y no se rompe ese amor aún cuando azoten otros vientos, y anden lejos, vayan y vuelvan, o nunca regresen; tampoco entiendo cómo es que tantos y tantas llegan para quedarse en tu regazo, ni por qué te conocen en todas partes como a sitios más famosos y florecientes.

No eres un nombre frío, un sitio para tener casa, sino madre anciana y sabia, achacosa y añorante de la juventud perdida, hospitalaria, cálida.

Cierto que tus hijos somos tan diversos que llenos de amor unos, te dan cuanto tienen y egoístas otros aprovechan tus bondades sin creerse obligados a ti, pero hasta esos, madre, hasta los que te usan, sienten algún día que te deben todo, o los que no se cansan, les hacen entender cuán preciso es cuidarte.

De ti nos vienen el orgullo y la altivez que en otros sitios nos achacan, de tu parranda: el “ruidaje”, el amontonamiento, el barroquismo real maravilloso;  la atmósfera húmeda y salobre nutre  infinidad de talentos que sitúan tu nombre tan pronto en las más famosas galerías como en teatros, eventos deportivos o ámbitos científicos.

¿Ves, madre? no puedo dejar de mostrarme como todos nosotros: empiezo a enumerar glorias y te las tributo.

CaibariénPero es que ciento setenta y nueve años bien merecen que te digamos cuánto significas para todos, amada Caibarién.

Narciso de Justa, fundador de Caibarién
Por: Máximo R Luz Ruiz

Don Narciso de Justa,  por su constante preocupación y  tenacidad en sus gestiones, además de ofrecer parte de sus terrenos y facilidades económicas para la fundación del pueblo, se  considera   el fundador de Caibarién.

Muchas fueron las gestiones que realizó para lograr la aprobación  por  las autoridades españolas en cuanto a la creación de la nueva villa.

Dando muestra de su sentido de pertenencia con el pueblo  que recién nacía,  donó parte de sus terrenos para la construcción de obras sociales a favor de nuevo núcleo poblacional.

Por las características del  lugar en cuanto a los suelos que eran menos fangosos  y  el borde costero tenían mejores condiciones para   la  navegación,  el Capitán General Rocafort dispuso  que la fundación del pueblo se hiciera en el lugar donado por Narciso de Justa.

Además, Don Narciso había ofrecido terrenos para las oficinas públicas, plazas, iglesia, casa del Capitán, cuartel, hospital, entre otras.

Después de cien años, en 1932, cuando se festejaba el centenario de Caibarién, la Villa Blanca, otro caibarienense inmortalizó a la figura del fundador de la ciudad en una de sus obras.

El escultor Florencio Gelabert, creó un busto en yeso de Don Narciso de Justa, el cual se ubicó en la entrada al ayuntamiento municipal, hoy sede de la Asamblea Municipal del Poder  Popular   en Caibarién,   esta obra permaneció durante toda la etapa la república en ese lugar, en la actualidad se expone en el Museo  Municipal “María Escobar Laredo”.

Escudo de CaibariénEl escudo de Caibarién, símbolo de identidad

Por: Máximo Luz Ruiz

En el Acta no: 33 de la sección ordinaria, del ayuntamiento de Caibarién,  celebrada  el 8 de febrero de 1909,  siendo el alcalde  municipal el señor Domingo Madariaga Penelles, se aprueba el diseño presentado por el  alcalde para el Escudo de Caibarién, cuya descripción  es la siguiente : Escudo oval dividido en tres partes.  En el tercio superior, al frente  un lucero de cinco puntas en campo azul, figurando el cielo  puro  que va perdiendo paulatinamente  el color hasta quedar blanco en el horizonte. En el segundo  tercio un ancla superpuesta  y enclavada en él  peñón, el ancla de oro, y el  peñón natural. Y en el último  tercio  un mar tranquilo en su color verdoso natural, procurando que el lucero  riele en él  y que va perdiendo su color del horizonte  a la base del escudo.

Demos ahora un vistazo al simbolismo de este escudo,  su tercio superior  con su estrella de plata, que es la guía, se traduce en la vida floreciente de esta villa, esencialmente comercial y marinera, porque  siendo Cayo Francés su puerto, representado por el peñón, con magnífico fondeadero  y teniendo Faro de Segunda Orden que sirve de guía a los marinos y el ancla de oro que representa  su fondeadero de primera orden.

En el umbral de otros tiempos

En el umbral de otros tiempos

Este jueves el parque principal de la ciudad recibió asombrado una avalancha de caibarienenses; vestían sus mejores galas, sonreían, querían perpetuar en fotos sus abrazos. Eran los mismos que cada día, más que caminar, vuelan esa cuadrícula perfecta; sin embargo, esta vez no tenían apuro: un pliego de papel alba en sus manos parecía cambiarlo todo, ¿parecía dije?

De hecho, el pergamino reunía en sí sueños, desvelos, sacrificios, aplazamientos y alegrías: era el título universitario de cada uno de ellos, el peldaño más alto para algunos, una pausa en el ascenso para otros, ansiosos ya de continuar.

Este jueves, de nuevo, las sedes universitarias de Caibarién graduaron a sus licenciados, médicos e ingenieros, en un acto que reconoció públicamente a los mejores, elogió el esfuerzo de todos y estableció nuevos compromisos.

La emoción flotaba en el aire del Teatro América, cuyas añejas cortinas guardan recuerdos de tantos y tantos años como sede de graduaciones de todo tipo.

Alguien pronunció la frase de siempre: “le agradezco a la Revolución”, pero lo dijo como si nunca antes se hubiera proclamado; pues en su caso, que era el de tantos allí, solo esta iniciativa pudo rectificar el rumbo de vidas adultas y trajo una nueva oportunidad a quienes consideraban concluida su etapa estudiantil.

Entonces la frase pareció recién inventada, adquirió nuevo sentido, se redescubrió en las vivencias de hijos ya graduados que asistían ahora al logro de sus padres, de parejas cuyo sacrificio común trajo el título a uno y el éxito para ambos.

Concluido el acto, brotaron del histórico teatro al no menos entrañable parque, graduados y graduadas de todas las edades, en un abrazo nuevo que cerró una etapa y los situó en el umbral de otros tiempos.

Foto: Graduación Univ. Deporte Santa Clara (tomada de Vanguardia)

Identidad de Caibarién

Identidad de Caibarién

Un amigo, a punto de presentar su tesis para graduarse de Periodismo en la universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas, me pide el concepto de identidad de Caibarién, !vaya tarea!, pues no me considero experta ni mucho menos, me avala solamente la experiencia de diez años como directora y escritora de un programa de Radio Caibarién que explora en cómo somos los de este pedacito de costa. Pero la amistad está primero, además, en el "centro de altos estudios" como se usa decirle, nadie me conoce ¿qué pierdo? ahí está mi opinión.

Como toda Cuba, los de Caibarién somos la mezcla siempre cambiante, movible, interactiva, del elemento aborigen (más presente de lo que se reconoce habitualmente) el superestrato español, impuesto a sangre y fuego, el negro, de cultura resistente traído por fuerza, y  otras muchas influencias de menor cuantía, pero que dejaron huella, en nuestro caso la china y la israelí; incrementadas y variadas en el constante intercambio que propició la condición de localidad costera, cuyo principal factor de desarrollo económico fue el comercio marítimo desde que los corsarios y piratas nos preferían para el comercio de rescate o el saqueo a la vecina Villa de San Juan de los Remedios, continuado luego con la actividad portuaria que recibía embarcaciones sobre todo de los Estados Unidos durante la etapa prerrevolucionaria, y rusas o del antiguo campo socialista después del 59 del siglo XX, intercambio cultural que se mantiene, aún cuando desapareció la actividad portuaria, a través del nuevo rubro económico fundamental en la actualidad, que es el turismo.

De ahí nos viene el cosmopolitismo, el afán de “ciudad grande”, la convicción de ser importantes, la no resignación ante imposiciones “de ciudades tierra adentro”, la negativa a considerarnos guajiros, la autosuficiencia para escribir sobre temas del mundo, una fuerte añoranza por tiempos pasados con un florecimiento económico que repercutía en las construcciones y servicios de la ciudad, y un fuerte sentido de pertenencia, que logra aún cuando estemos dispersos hasta en los más remotos lugares, que mantengamos el ancla echada en Caibarién.

Sin que el nivel de instrucción sea más alto que en resto del país, desde siempre buen número de caibarienenses y en muchos casos de forma empírica, conocen idiomas,  han viajado, tienen familiares en el extranjero, fundamentalmente en los Estados Unidos y Europa (la cercanía a los Estados Unidos es factor importante en las migraciones en todos los tiempos hacia aquel país).

Caibarién tuvo las primeras transmisiones de radio de Cuba, líneas directas de barcos hasta Nueva York, comunicación constante y directa con la capital, periódicos y revistas que circularon en el país y en América Latina,  ese intercambio le permitió tener desarrollo del teatro y la literatura y también, a lo largo de sus 179 años de fundada, pintores, músicos y deportistas de talla mundial.

En resumen, somos una mezcla bastante similar al resto de los cubanos, sobre todo marcados por eso que Barnet llama "insularidad", pero, en nuestro caso, mantenida en constante movimiento por el factor geográfico y todo el intercambio cultural que de él deriva.

Pensar a Martí, Taller Martiano en Caibarién

Pensar a Martí, Taller Martiano en Caibarién

Pensar a Martí, desentrañar sus mitos y misterios, reinterpretar palabras que escribiera en circunstancias azarosas o momentos sublimes, hacerlo real, saber por qué le quisieron o traicionaron, comprender sus sentimientos…han sido constantes en un evento que por casi veinte años reúne a caibarienenses de todas las edades, niveles escolares, ocupaciones y preferencias.

Si bien nunca fue selectivo, la propia esencia de su manera de acercarse al Maestro, marcó que el Taller Martiano de la Biblioteca Municipal Antonio Arias García, no fuera masivo, eso lo distanció e hizo mejor respecto a maratones formales donde algunos repetían sin comprensión real lo que alguien antes llevó a los libros.

Pero, solo quien no hubiera estado en alguna de sus ediciones podría creer que tal profundidad lo hiciera elitista, nada mejor que ver a un grupo de pioneros de la enseñanza primaria educados en el amor a la naturaleza con una esencia profundamente martiana, exponer ante los talleristas, y al profesor de lenguas extranjeras que exploró los consejos de Martí acerca de ese tipo de enseñanza, o la historiadora siempre atenta al papel de las mujeres en la vida del Apóstol: su madre, sus hermanas, sus novias, la esposa, María, Carmen.

En el sobrio espacio de la biblioteca local, no faltó cada año hasta hoy, junto a la imagen de José Martí, el ramo de rosas blancas en un recipiente de agua clara, “para que el vaso no fuera más que la flor”; allí, como en sagrado recinto, cada diecinueve de mayo revivió el hombre, el patriota, el padre, el amigo, el enamorado y también el periodista, el pedagogo, el diplomático.

Hace casi dos décadas, llenos de agobios materiales, un grupo de caibarienenses apostaron por la elevación en los sentimientos, Martí contenía todas las claves para entender la vocación de servicio a la humanidad, el alma por encima de lo impuro, la entrega a una causa sin pedir nada a cambio.

Desde entonces, cada aniversario de su entrada a la gloria es un nuevo acicate para mejorarnos a partir de la visión individual que aportan cubanos sin academia, gente de a pie, que asumen desde sus perspectivas personales la prédica y la obra del cubano inmenso y la convierten en práctica cotidiana, ejemplo de lo que significa ser “profunda y convencidamente martianos”.

La cultura en el mejoramiento de la nación

La cultura en el mejoramiento de la nación

Es tiempo de meditar sobre el empuje de la UNEAC en Caibarién, porque precisamente cumplen ahora su sexto aniversario como Comité Municipal; antes solo eran unos pocos y se agrupaban en la vecina ciudad de Remedios.

De ese tiempo acá, la UNEAC caibarienense ha estado en el centro de todos nuestros acontecimientos locales, organizaron conciertos, veladas político culturales, recordaron fechas históricas, incidieron en el cuidado al medioambiente, promovieron eventos de alcance provincial, en fin, puedo afirmar sin falsas consignas que los artistas están en la vida de Caibarién.

Indudablemente, el local que les fuera entregado en condiciones ruinosas y que con el esfuerzo de los mismos artistas, poco a poco, habitación por habitación, se restaura, es ya una plaza cultural, conciertos cada semana de agrupaciones musicales locales, auguran peñas y otros encuentros con el arte. Caibarién lo necesitaba, los artistas comenzaron a cumplírselo.

Ahora que tanto nos quejamos de la vulgarización del arte, de la promoción de lo menos valioso a costa de marginar lo auténtico, del pensamiento comercial por sobre el arte verdadero, este espacio era muy necesario como alternativa para situar a la cultura en el sitio que le corresponde y no en el que le dan, incluso, las instituciones locales.

Saber aprovechar las disímiles propuestas artísticas de la UNEAC, es una necesidad para elevarnos como pueblo, para recuperar fortalezas que en un tiempo tuvimos y que laten en espera de espacio y talento verdadero.

Igualar lo vulgar a lo popular y lo culto a las élites artísticas, NO es actitud para estos tiempos en este país, aquí, y ahora, se precisa de  la cultura. Los artistas hace tiempo que lo saben, lo expresaron con valentía en su último Congreso, cuando algunos aceptaban públicamente como buenos fenómenos que estaban destruyendo nuestros valores;  no por gusto cada vez recurrimos más al legado del intelectual Cintio Vitier, quien como pocos, insistió y confió siempre en cuánto puede incidir la verdadera y legítima cultura en el mejoramiento de una nación.

Una opinión sobre identidad

Una opinión sobre identidad

En ocasiones, nos enamoramos de un libro, de una canción, de una obra de arte, y a través de ella descubrimos sentimientos o pensamientos que teníamos, pero que no sabíamos cómo expresar. Así me sucede con un ejemplar literario adquirido en la más reciente Feria del Libro, La Fuente Viva, de Miguel Barnet me descubre en cada párrafo certezas que no sabía cómo expresar, me confirma presentimientos y me afianza convicciones.

Dice un colega de la radio que le estoy sacando provecho y no me ofende, es realmente así, no el provecho económico que pueda reportarme el pago de mi trabajo, pues igual podría hablar hoy de algún protagonista local y estaría ganado mi pan; sino provecho intelectual y social, porque quizás usted, al leer esta humilde opinión, también aprenda, se reconozca, se analice, como cubano y como “cangrejero”.

“¿Qué es la identidad? La identidad, como la insularidad, es algo muy inasible y muy cambiante. Nosotros no somos los mismos cubanos que fuimos en el siglo dieciocho o en el diecinueve. Hoy nuestra identidad está compuesta por otros valores, por otras formas de expresión, por otros contenidos. Entonces, la identidad es algo completamente cambiante. Hoy somos más ricos, porque tenemos la herencia de lo que recibimos de la cultura española, de la cultura africana, de la cultura francesa, de la cultura asiática, y estamos tratando de ver cómo eso, todo mezclado, como dijera Nicolás Guillén, nos descubre, nos revela lo más profundo de nuestros ser.

Pero es tan relativo, tan cambiante… ¿Por qué decir que el cubano es alegre, gracioso, bailador, si también es dramático, si el cubano también es profundamente reflexivo, si el cubano también es un ser preñado de contradicciones?”.

Son palabras de Miguel Barnet, pero le reitero que expresan lo que debemos tener bien claro respecto a nosotros mismos; yo agrego, desde mi modesta óptica local,  que el principal error está en creernos esos estereotipos que nos acuñan como irreflexivos, divertidos, extrovertidos y escandalosos y permitirnos ser así para todo, y tolerarnos de ese modo sin tratar de mejorarnos.

Nos conformamos con los esquemas cuando discutimos sin aceptar opiniones divergentes, cuando resolvemos con violencia lo que debe negociarse, cuando creemos que discutir es gritar y hasta irnos a las manos, también nos dejamos encasillar cuando asumimos como natural  que un video clip musical, para ser modernamente cubano debe tener un solar habanero bien marginal, con gallos, tabaco, ron y faldas cortas.

Si ha tenido la desgracia de ver un espectáculo ofrecido al turismo, sabrá de lo que le hablo, glúteos a la vista, mucho meneo, igual en Varadero, Holguín o Cayo Santa María; así nos presentamos como cubanos; por suerte, actúan agrupaciones locales, que aún cuando saben que su contrato depende de complacer gustos foráneos, apuestan por mostrar identidad; pero cuánto podemos hacer aún, nosotros, los de Caibarién, con tanto potencial que nos incluye y nos diferencia, para presentar nuestra verdadera y legítima identidad.

Porque también es un error considerarnos, sencillamente, esa mezcla que definió Don Fernando Ortiz como transculturación, en su tiempo; cierto que en ese momento estábamos cuando él lo dijo; pero, de entonces acá, el mundo ha crecido y ha cambiado, y nuestras relaciones con el mundo también, por lo que hemos dado y recibido y hoy somos unos "transculturados" diferentes, saberlo es esencial para encontrarnos.

Queridos padres

Queridos padres

En Cuba es frecuente escuchar la frase "padre es cualquiera, madre hay una sola", así defendemos de algún modo las mujeres nuestros derechos muchas veces negados, quizás sin ver que nos ponemos más el yugo que nos queremos quitar; por otra parte, desde la pura y absoluta realidad biológica, padre es uno solo. Y como tuve un buen padre y conozco a tantos otros dignos de admiración, hice esta crónica para la celebración de la fecha, el tercer domingo de junio, y te la ofrezco porque creo que todos los días son buenos si se trata de demostrar nuestro amor; cualquier semejanza con padres de mi pedacito de Cuba, es absolutamente intencional. (leer más)